Casio Dionisio (Cassius Dionysius, Útica, Cartago, 2do siglo adC)
La agricultura (CASSII DIONYSII UTICENSIS DE AGRICULTURA LIB. XVII)

traducción del griego por Janus Cornarius - 1543, desde el sitio: http://www.summagallicana.it/Geoponica/Geoponica%2017.htm (transcripción por Fernando Civardi)
traducción del latín: Andrea Gaddini
HAEC insunt in hoc libro; qui decimusseptimus est selectarum de agricultura praeceptionum, et continet descriptionem admissionis boum, et generationis eorundem, itemque educationis atque omnigenae curationis. Este libro, que es el decimoséptimo en los preceptos seleccionados sobre la agricultura, incluye la descripción del apareamiento del ganado y de su reproducción, y también de su cría y de las curas de toda clase.
Cap. I. De bobus
VACCAS triginta diebus antequam saliantur, cibo impleri non est permittendum, quanto enim magis gracilescent, tanto facilius semen concipient.
Cap. I. Los vacunos
En los treinta días antes de la cubrición, a las vacas no se debe permitir de llenarse de comida, de hecho cuanto más pierden peso, más fácilmente podrán concebir.
Cap. II. De bobus foeminis sive vaccis.
VACCAE eligendae sunt bene compactae, corporibus oblongae, istae magnitudinis, probe cornutae, latae frontis, nigris oculis, maxillis contractis, simas, non gibbosas, explicatas nares habentes, cervicem longam et crassam, pectorosae, labris nigris, profundis lateribus, ac bene costatis, lato tergo, habentes umbilicum magnum, caudam praelongam et ad calcanea pertingentem, multum pilosam, brachiis crassis, cruribus rectis, solidis, crassis magis quam longis, quae non mutuo affrictu atteruntur, pedibus qui inter eundum non nimium dilatantur, ungulis non valde disparatis unguibus perfectis et aequalibus, pelle ad tactum leni, et non ut lignum indurata. Probant a colore optimae, eas quae sunt flavescentes, eas quoque quae nigra crura habent, ut generosas probant. Bonum igitur est ut his omnibus a natura sit vacca ornata, sin minus, quam plurimis. At vero boves etiam vocem bubulci agnoscunt, et vocati nominibus impositis intelligunt, divertunt quoque eo quo iubentur, iussaque faciunt pro arbitrio sui praefecti.
Cap. II. Las hembras bovinas, también nombradas vacas.
Las vacas que se elegirán deben tener buena conformación, complexión alargada y también amplia, cuernos de forma correcta, frente ancha, ojos negros, mandíbulas encajandose bien, nariz chata, sin joroba, narinas bien abiertas, cuello largo y grueso, pecho ancho, labios negros, tórax profundo con costillas bien desarrolladas, grupa ancha, vientre grande, cola larga alcanzando los jarretes, con borla muy desarrollada, extremidades delanteras fuertes, piernas rectas y firmes, robustas antes que largas, que no se gasten para el mutuo frotamiento, con pies mucho distanciados entre ellos, pezuñas no tan alejadas, con uñas sólidas y igualadas, piel lisa al tacto, y no endurecida como madera. Dicen que las vacas mejores son las amarillentas, y también ésas con piernas negras, juzgadas de buena casta. Por lo tanto es bien que una vaca sea dotada por la naturaleza de todos estos rasgos, o por lo menos de tantos como sea posible. Y el bovino también ciertamente reconoce a la voz del ganadero, y entiende su nombre cuando es llamado, y va a donde se le pide, y obedece a la voluntad de su ganadero.
Cap. III. De tauris.
TAURI duobus ante admissuram mensibus, non sunt dimittendi ad communia pascua cum vaccis, verum imprendi sunt herba ac foeno, et si pabulum hoc non sufficiat, cicere aut ervo, aut ordeo macerato. Minores annis duo{o}bus non sunt idonei admissurae, sed neque seniores duodecim. Idem etiam vaccis intelligendum est. Secernendi autem sunt a foeminis per duorum mensium spatium, inducendique in greges armentorum, ut ipsorum alacritatem non impediamus.
Cap. III. Los toros
En los dos meses antes del apareamiento, los toros no se deben enviar a pacer con las vacas, sino que por el contrario se deben alimentar con hierbas y heno, y si esto no es bastante, con garbanzos o arveja, o aún cebada macerada. Ésos con menos de dos años no son adecuados para aparearse, pero ni tampoco aqueles de más de doce años. La misma cosa se debe decir para las vacas. Por otra parte los toros deben ser separados de las hembras por un período de dos meses, y después se introducen en la manada, para no obstaculizar su ardor.
Cap. IIII. Ut boves non fiant debiles.
ERVUM maceratum tritum singulis mensibus in potu exhibe. Plagam boum curabis, malva sylvestri trita ac illita.
Cap. IIII. Para que los vacunos no sean débiles
Se debe dar de beber arveja macerada y molida cada mes. Curarás las heridas de los vacunos con malva silvestre picada y untada.
Cap. V. De ammissura.
TEMPUS admissurae idoneum est ver medium. Si vero vaccae tauros non admittunt, scillae medullam sive corculum, hoc est tenerrimas ipsius partes, et si ita dicere licet adipem, cum aqua terere oportet, et oblinere inde naturam vaccarum. Si vero tauri ad venerem sint seniores, cervi caudam urito et terito, vinoque subactam pudendo ac testibus tauri illinito, et statim stimulabitur. Hoc non solum in tauris, sed etiam in aliis animalibus, et in hominibus eveniet. Stimulum autem libidinis dissolvet oleum illitum. Herba quoque polyspermos et polygonos appellata, animalia faciet foecundiora.
Cap. V. El apareamiento
El período apropiado para el apareamiento es la media primavera. Pero si las vacas no aceptan el toro, se debe moler con agua la médula o el corazón de la escila, que es la parte más blanda de esta planta, la flor y nata, si me permiten decir esto, y entonces untarla en los genitales de la vaca. Si en cambio el toro es un poco viejo para acoplarse, un rabo de ciervo quemado, molido y empapado en el vino, se unte en el sexo y en los testículos del toro, y enseguida servirá de estímulo. Esto no sólo funciona con los toros, sino también con los otros animales, y los hombres. En lugar el estímulo de la lujuria se disuelve untando aceite. La hierba llamada polispermia o polígono hace fértiles los animales.
Cap. VI. De cognitione partus bovis qui nascetur.
QUI praenosse volunt an marem aut foeminam paritura sit bucula inita, hac observatione utantur, Si quidem enim in dextram partem taurus descenderit, partus masculus erit. Si in sinistram, foemina. Quod si tibi marem generari velis, tempore admissurae sinistrum testiculum admissario obligabis, Si foeminam, dextrum. Quidam vero naturale auxilium ad hanc rem moliuntur. Et si quidem marem sibi progenerari velint, borealis aeris constitutione existente initum appetere praeparant, Si contra foeminam, spirante austro.
Cap. VI. La predicción sobre qué becerro va a nacer
Quién quiere prever si la novilla fecundada dará a luz un ternero o una ternera, debe seguir esta regla: si después de montar el toro bajará del lado derecho, nacerá un ternero. Si bajará por la izquierda será una ternera. Y si quieres engendrar machos, al tiempo de los apareamientos atarás el testículo izquierdo del reproductor, o el derecho si quieres una hembra. Algunos en verdad por este fin recurren a la ayuda de la naturaleza, y si quieren engendrar machos, predisponen la codicia del apareamiento mientras sopla la tramontana. Si en cambio quieren a hembras lo hacen cuando sopla el ostro.
Cap. VII. De Oestro, quod Myopa Graeci, Latini Tabanus appellant.
QUOD Myopes pungentes boves, ipsos ad insaniam adigunt, notum est. At vero non appropinquabunt ipsis, si quis lauri baccas tundat et in aqua coquat, conspergatque inde locum in quo {pascuntnr}<pascuntur>. Fugient enim Myopes ob naturalem quandam contrarietatem. Si vero iam percussi sint ab oestro boves, cerussam ex aqua ipsis oblinunt.
Cap. VII. El Estro, llamado Myopa por los Griegos, y Tábano por los Latines
Es notorio que, cuando los tábanos pican a los vacunos, los hacen volver casi locos. Pero ni siquiera se le acercarán si se machacan un poco de bayas de laurel y se cuecen en agua, y entonces se esparcen en el lugar donde pastan. De hecho los tábanos lo evitan por cierta natural repugnancia. Si en cambio el vacuno haya ya sido picado por el tábano, se le debe untar albayalde diluido con agua.
Cap. VIII. De vitulorum nutritione.
LACTANTES boves cytiso aut medica nutriemus. Sic enim connutritae plus lactis habebunt. Caeterum vituli ipsi duorum annorum castrandi sunt. Nam serius castrari non est commodum. Vulnera ipsa cinere et argenti spuma inspergantur. Post triduum vero pice liquida et cinere modico oleo ammixto integantur.
Cap. VIII. La alimentación de los becerros
Las vacas amamantando deben ser alimentadas con retama o alfalfa. De hecho si se alimentan de esta manera, darán más leche. En cuanto al resto, los becerros se deben castrar a la edad de dos años. De hecho castrarlos más tarde no es recomendable. Las heridas de la castración se deben untar con ceniza y litargirio. Después de tres días las heridas se deben cubrir con pez líquida y ceniza mezcladas a una pequeña cantidad de aceite.
Cap. IX. Ut boves laborantes non lassentur.
OLEO et terebinthina coctis cornua illinito.
Cap. IX. Para que los bueyes de labor no se cansen
Se deben engrasar los cuernos con aceite y trementina cocidos.
Cap. X. A qua aetate incipienda admissura boum.
INIRE oportet non minorem duobus annis, ut triennes pariant. Melius autem pariunt quadrimae. Parit vacca ut plurimum ad annos usque decem. Tauri vero a trimatu vigorosi sunt tempus admissurae quadrupedum a delphini exortu, hoc est circa Iunii mensis principium, usque ad dies X:L: Gestat in utero vacca mensibus decem. Caeterum steriles et imbecilles, et aetate provectiores, ex armentorum grege eliciendae sunt. Inutilis est enim diligentia quae circa inutilia adhibetur.
Cap. X. Desde qué edad se debe empezar el apareamiento de los vacunos
No se debe hacer montar las vacas antes de la edad de dos años, de modo que den a luz a tres años, pero si lo hacen a cuatro años es aún mejor. Una vaca pare por muchas veces, también hasta el décimo año. Los toros están listos para montar a partir del tercer año y la estación del apareamiento por los cuadrúpedos va desde el despuntar de la constelación del Delfín, es decir hacia el principio de junio, hasta el cuadragésimo día. El embarazo de la vaca dura por diez meses. Por lo demás las que son estériles o débiles, por su edad avanzada, deben ser descartadas de la manada: de hecho es inútil cuidar a quién no se emplea en tareas útiles.
Cap. XI: Ut boves a muscis non infestentur.
LAURI fructum tenuissime tritum et ex oleo coctum, bobus illinito, aut ex saliva propria ipsorum boum eos inungito. Tauri illito naribus rosaceo, tenebris offusis vertiginosi fiunt.
Cap. XI. Para que los bovinos no sean infestados por las moscas
Los frutos del laurel molidos muy finamente y cocidos en aceite se untan en el buey, o se untan con su propia saliva. Los toros cuyas narinas se untan con aceite de rosa, cuando cae la tarde se vuelven vertiginosos.
Cap. {VII} <XII.>. Ut boves pingues facias.
BO{O}VES pingues facies, si redeuntibus a pascuis prima die brassicam concisam, et acri aceto maceratam obieceris deinde paleis excussas, et furfuribus triticeis mixtas, ad dies quinque. Sexta autem ordei moliti heminas quatuor, et sex sequentibus diebus paulatim, alimentum auxeris. Et hyeme quidem circa gallicinii horam nutries, deinde circa diluculum, quando et potum dabis. Reliquum alimenti circa vesperam, Aestate autem primum pabulum sub diluculum, secundum ad meridiem offerse, deinde potum exhibebis, et sic tertium pabulum circa horam nonam dabis, et rursus {potun} <potum> hyeme quidem aquam calidiorem, aestate autem tepidam. At vero ora ipsorum urina colluunt incumbentes pituitam extrahentes, et linguam a vermibus purgantes volsella exemptis. Pascuntur enim vermes in linguis ipsorum, quas deinde sale confricant. Sed et stramenti ipsorum curam habere oportet.
Cap. {VII} <XII.>. Cómo engordar a los vacunos
Harás gordo el ganado si, cuando se vuelve del pastoreo, el primer día lo alimentarás con col cortada en pedazos, y macerada con vinagre fuerte y paja tamizada, mezclados con salvado de trigo, por cinco días. El sexto día dale cuatro héminas (1 litro) de cebada molida, y por los seis días siguientes poco a poco aumentales el alimento. En el invierno sin duda los forrajearás al canto del gallo, entonces alrededor del amanecer, cuando les darás también de beber. El resto del forraje se debe dar alrededor de la tarde. En verano el primer forrajeamiento se proporciona al amanecer, el segundo al mediodía, cuando se abrevan también, y el tercero en las primeras horas de la tarde; entonces en invierno se proporcionará más bien agua caliente, en verano en cambio proporciónala tibia. Y mientras que están tendidos, debes enjuagarles la boca con su misma orina, para quitarle el catarro, y expurgarle la lengua de los gusanos, arrancándolos fuera por medio de unas pinzas. De hecho en su lengua crecen gusanos, que se deben frotar con sal. Pero se debe también tomar cuidado de su lecho de paja.
Cap. XIII. De medela boum, et ut ne ossa devorent.
AD praesepia neque gallinae, neque sues accedant. {Utrorunque} <utrorumque> enim fimus si edatur, animal laedit. Non devorabit ossiculum bos, si lupi caudam in presepe suspenderis.
Cap. XIII. El remedio para que los vacunos no coman los huesos
Gallinas y cerdos no deben acercarse a los pesebres. De hecho el estiércol de ambos animales perjudica a los vacunos si lo comen. El ganado no comerá los pequeños huesos si colgarás en el pesebre una cola de lobo.
Cap. XIIII. De ignoto morbo.
ANIMALIUM affectus et morbi fere omnes obscuri sunt. Quomodo enim quis discat? aut a quo percunctetur affectum qui est intra animal? Si igitur silphium tusum cum vino meraco nigro in nares infuderis, omnem ignotum morbum curabis. Democritus consulti incipiente vere, in potum boum ad quatuor et decem dies, scillae et rhamni radices iniicere. Si vero manifestum morbum aegrotet bos, sic medeberi. Salviam ex montana regione, et marrubium, in potu quem hausturi sunt macerato pari dierum numero, eoque exhibito curabuntur. Hoc autem non bobus solum, sed et alio pecori prodest. Quin et sal pabulo ammixtus valde iuvat. Optima vero et saluberrima est amurca cum aqu paulatim exhibita, prodest et medica herba.
Cap. XIIII. La enfermedad desconocida
Las enfermedades de los animales son casi todas obscuras. ¿Cómo de hecho podríamos conocerlas? ¿Y dónde podríamos conseguir informaciones sobre el mal que hay dentro del animal? Si en cambio se verterá un poco de silfio molido con vino rojo puro en las narinas, cada enfermedad desconocida será curada. Demócrito aconseja dar de beber al ganado raíces de escila y de espino cerval al principio de la primavera, en el cuarto y décimo día. Si en cambio el ganado es afectado por una enfermedad conocida, se curará de esta manera. Salvia de montaña y marrubio, macerados en una pócima, dados de beber por un número par de días lo curará. Pero esto es bueno no sólo para los vacunos, sino también para otro ganado. También un poco de sal añadida al forraje es muy útil. Y las morgas del aceite de oliva son de verdad muy buenas y beneficiosas, dadas poco a poco con agua, y es útil también la alfalfa.
Cap. XV. De capitis dolore.
DOLOREM capitis bovis prius conoscere oportet. Quando igitur dimissis auribus non comedit, capitis dolor adest. Lingua igitur ipsorum thymo trito cum vino, et alio, et sale tenui confricentur. Ptisana etiam cruda vino diluta prodest. Quin et lauri foliis manus plenae mensura acceptis, et in os immissis, aut mali punici putaminibus medeberis. Et myrrha magnitudine fabae in duabus vini heminis diluta, et per nares infusa curabis
Cap. XV. El dolor de cabeza
El dolor de cabeza se debe en primer lugar reconocer. Cuando por lo tanto un buey tiene las orejas agachadas y no come, significa que tiene dolor de cabeza. Entonces se debe frotar su lengua con tomillo molido con vino, ajo y sal fina. Una tisana cruda de cebada diluida con vino es también útil. Mejor dicho lo curarás también tomando un puñado de hojas de laurel, poniéndoselo en la boca, o con piel de granada. Y un pedazo de mirra del tamaño de una haba derretido en dos héminas (0,5 litros) de vino, hecho tragar por las narinas, será útil.
Cap. XVI. De profluvio alvi.
RHAMNI folia contusa, et bitumine intecta, edere dato. Alii mali punicae folia tusa, et polenta obducta, in cibo exhibent. Alii farinae frumenti sive tritici torrefacti heminas duas, cum aquae mensura dimidia subactas exhibent.
Cap. XVI. La diarrea
Se le deben dar de comer hojas desmenuzadas de espino cerval, cubiertas con betún. Otros dan de comer hojas desmenuzadas de granada y hacen tragar gacha de cebada. Otros dan dos héminas (0,5 litros) de harina de trigo o aún de trigo tostado, machacados con media parte de agua.
Cap. XVII. De cura cruditatis.
CRUDITAS bovis cognoscitur ex eo quod non edit, et frequenter eructat, membraque cum quadam torsione et spiritus impressione movet. Curabimus igitur ipsum calidae aquae potu, et brassicae in aceto maceratae fasciculo ad edendum oblato. Alii brassicae partes teneriores fervefaciunt ac terunt cum {olao} <oleo>, et per cornu in os infundunt, et aviculis instratum calfacientes ad deambulationem {deducuut} <deducunt>. Hoc non bobus tantum, sed etiam omni alio pecori auxiliatur.
Alii oleae sylvestris folia aut aliarum arborum ramos teneros tundunt, et aquam affusum percolant, atque ita heminas sex inde per biduum infundunt.
Cap. XVII. La cura de la indigestión
La indigestión en los vacunos puede ser reconocida por el hecho que no come, eructa con frecuencia y mueve sus miembros con cierta torsión y respirando con jadeo. Entonces los curaremos dándole de beber agua caliente y de comer un manojo de grelos maceradas en vinagre. Otros hierven las partes más tiernas de la col, las pican con aceite y se las vierten en la boca por medio de un cuerno, después calientan el buey abrigándolo con plumas y lo llevan andar. Este remedio es bueno no sólo para los vacunos, sino también para cada otra clase de ganado.
Otros desmigajan hojas de oleastro o ramitas blandas de otros árboles, puestas en infusión en el agua y las filtran, y así entonces dan de beber seis héminas (1,5 litros) de esta por dos días.
Cap. XVIII. De bupresti.
Quidam oleum bobus in nares infundunt. Alii caprifici grossos aqua macerant, ac dissolvunt, et similiter in nares infundunt.
Cap. XVIII. Los bupréstidos (*)
Algunos vierten aceite en las narinas del buey. Otros maceran en agua unos higos salvajes acerbos, los deshacen, y los vierten de la misma manera en las narinas.
Cap. XIX. De tormine.
QUI torminibus vexatur bos, in uno loco non persistit, neque cibum attingit, sed suspirat ac gemit. Modicum igitur alimentum ipsi obiiciendum est, et caro circa ungues perpurgenda, ut sanguis inde promanet. Quidam circa caudam aperiunt, ut sanguis effluat, et panniculo obligant. Alii cepas et salem simul puniunt: et coacta in sedem quam penitissime protrudunt, et ad cursum cogunt. Alii nitrum tusum per os ingerunt.
Cap. XIX. El cólico
El buey con el cólico no logra quedarse quieto en el mismo lugar, no come, suspira y gime. De todos modos se debe darle un poco de alimento, y se debe hacer desatascar bien la carne alrededor de las pezuñas, de modo que pueda salir la sangre. Otros inciden la zona alrededor del rabo, para hacer salir la sangre, y después le ponen un vendaje. Otros machacan juntas cebollas y sal y, colocándolas debajo de la cola, las hacen penetrar mucho en profundidad, y después fuerzan el buey a andar. Otros hacen ingerir salitre picado.
Cap. XX. De febriente bove.
BOS febriens non admittit cibum, deorsum nutat, lacrymatur, sordes in oculis habet, circa oculos cavatur. Eum curant hoc modo. Ex opacis locis gramen capito, et lavato, eique edendum praebeto, aut vitis folia. In potu exhibeatur aqua quidem frigidissima, verum non sub dio, sed maxime loco umbroso, aures vero et nares spongia aqua imbuta detergeantur. Quidam cauterio faciem ipsius perurunt, et partes sub oculis itidem, easque spongia urina veteri calida imbuta bis per diem confricant, donec crustae excidant, et vulnera cicatricem recipiant. Lancinantur etiam aures ut sanguis effluat. Quidam pollentam vino subigunt, et edendam praebent, alii muria dissolvunt, et aviculis concalefaciunt. Alii cytisum praebent cum vino. Id quod non bobus tantum, sed et alio pecori auxiliare est.
Cap. XX. El vacuno con la fiebre
El vacuno con la fiebre no toma comida, reclina la cabeza, lagrimea, tiene los ojos legañosos y ahuecados. La cura es ésta: cosecha hierba en lugares sombríos, lávela y déla como forraje, o en cambio aliménteles con hojas de vid. Se les da de beber agua helada, pero no bajo el sol, más bien en un lugar sombrío, y se deben limpiar las orejas y las narinas con una esponja empapada en agua. Alguien quema unos cauterios en la cara o debajo de los ojos, y los frota dos veces al día con una esponja empapada en orina vieja caliente, hasta que caigan las costras y las heridas cicatrizen. Se deben también pinchar las orejas y hacer salir la sangre. Algunos empapan gacha de cebada en el vino, y la dan de comer, otros enjuagan con una salmuera y calientan mucho con plumas. Otros dan de beber retama con vino. De esto sacan provecho no sólo los vacunos, sino también el resto del ganado.
Cap. XXI. De tussiente.
ORDEUM melitum maceratum, et palearum tenerrimas partes repurgatas, et ervi moliti heminas tres, in tres partes divisas, singulatim edendas praebeto. Quidam artemisiam herbam tritam ac dilutae aqua exprimunt, et ante pabulum ad dies VII. infundunt.
Cap. XXI. El vacuno con la tos
Se debe macerar cebada con miel, se separan las partes más blandas de las pajas y tres héminas (0,750 litros) de arveja molida, divididas en tres porciones, se dan para comer por separado. Algunos exprimen altamisa picada y diluida en agua y la esparcen en el forraje después de siete días.
Cap. XXII. De suppuratis.
SI ulcus suppuratum collegerit bos, urina bovis veteri calida ipsum purgare ac eluere oportet, et lanis extergere. Deinde emplastro ex sale tenui ac pice liquida imponere.
Cap. XXII. La supuración
Si el vacuno contraerá una llaga purulenta, se deberá hacerla desatascar enjuagándola con orina vieja caliente del mismo animal, y secándola con un paño de lana. Entonces se pone allí un emplasto de sal fina y pez líquida.
Cap. XXIII. De claudicatione.
SI ob praefrigeratam partem bos claudicet, pedem lavare oportet, et affectam partem scalpello aperire et urina vetere fovere, deinde salem inspergere, et spongia aut panniculo extergere, postea adipem caprinum aut bubulum, ad ferrum calidum affrictum dolenti parti instillare. Si ex calcata spina aut eiusmodi quopiam claudicaverit, alia quidem similiter facienda sunt, Verum cera cum oleo vetere, et melle, ervique farina colliquata, ad ficus aut mala punica tusa ammixta imponatur, et panniculo integatur, obligeturque diligenter, ut nihil temere subeat, donec stare potuerit. Sic enim sanus evadet. Tertia autem die resolve, eademque adhibe. Si vero ob influentis materiae impetum claudicarti, pars ipsa cum oleo et passo cocto calfiat, deinde cruda ordacea farina calida imponatur. Quum vero matura facta fuerit et mollis, dividatur, ac eluatur, elotae autem parti divisae lilii folia aut scilla cum sale, aut polygonum aut marrubium tusum imponatur.
Cap. XXIII. La cojera
Si, por causa de un pie helado, el buey cojea, se debe lavar la parte, cortar la zona dañada con un pequeño cuchillo y medicar con orina vieja, luego esparcir con sal y limpiar con una esponja o un paño, después hacer gotear en la parte dañada grasa de cabra o bovino frotándolo en un hierro caliente. Si el buey cojea porque pisó una espina o porque tiene algo similar clavado en alguna parte, se hacen otras cosas de manera parecida. Se pone allí cera con aceite viejo, miel y harina de arveja deshecha, mezclada con higos o granada machacada, después se cubre con un paño y se venda con cuidado, de modo que nada pueda entrar accidentalmente, hasta que el buey logre estar de pie. De esta manera el buey se curará. Entonces el tercer día se quitará el vendaje y se pondrá de nuevo al revés. Si en cambio cojea por el flujo de pus que sale, se debe calentar la parte con aceite y vino generoso de pasas cocido, después en las piernas se pone harina de cebada caliente. Entonces, cuando estará madura y ablandida, se quita, se enjuaga, luego se ponen allí hojas de lirio lavadas y cortadas en trozos o escila con sal, o centidonia o marrubio machacado.
Cap. XXIIII. De scabie.
SCABIEM et eruptiones urina bubula veteri et butyro quidam oblinentes: Alii resinam, aut picem liquidam, cum vino cataplasmatis modo imponunt, et sic ipsos sanant.
Cap. XXIIII. La sarna
En la sarna y en las erupciones de la piel se unta orina vacuna vieja e un poco de mantequilla. Otros hacen emplastos con resina o pez líquida y vino, y así se curan.
Cap. XXV. De bile.
BOUM crura usque ad ungulam perurantur, et lavacro calido assidue calefiant, et aviculis instratis contegatur.
Cap. XXV. La ictericia
Las piernas del ganado se deben quemar hasta las pezuñas, luego se calentan frecuentemente con un baño caliente, y se cubren con una capa de plumas.
Cap. XXVI. De perfrigeratione.
VINUM nigrum excolatum ipsis infundatur.
Cap. XXVI. El resfriado
Hágales beber vino rojo filtrado.
Cap. XXVII. De vermibus.
Aqua frigida quidam irrorant ulcera, et sic enecant vermes.
Cap. XXVII. Los gusanos
Algunos desparraman agua fría en la llaga, y así matan a los gusanos.
Cap. XXVIII. De appetente vitiosum pabulum.
PABULUM ex amurca sufficiente respergatur, et oleo ac rasina sive terebinthina, aequalibus portionibus permixtis, cornua ipsarum usque ad radicem illinito.
Cap. XXVIII. Para volver agradable un forraje defectuoso
Se debe esparcir el forraje con bastante morga de aceite de oliva, y se engrasan los cuernos hasta la raíz con aceite y resina o aún trementina, mezclados a partes iguales.
Cap. XXIX. De pediculosi.
BOVEM supinum deiicere ac persternere oportet et capite sursum spectante, linguam contemplari an bullas habeat. Has aut ferramentis acutis et ignitis inurere oportet, deinde sylvestris oleae foliis contusis cum sale, ulcera illinere, aut sale tenui cum oleo, aut butyro cum sale. Aut cucumeris sylvestris arisi radix contusa, simul cum ficibus ad edendum praebeatur. Aut polentae heminae duae, et farina frumenti torrefacti tantundem, vino madefacta exhibeantur.
Cap. XXIX. El bovino con los gusanos
Se hace tender y alargar supino el buey, y mientras que tiene la cabeza dirigida hacia arriba, se observa si tiene ampollas en la lengua. En este caso se deben quemar con herramientas afilados y candentes, luego untar las llagas con hojas de oleastro picadas con sal fina y aceite, o aún con mantequilla y sal. O bien se deben alimentar con raíz seca machacada de pepino silvestre con higos. O bien se le dan dos héminas (0,5 litros) de gacha de cebada, y otro tanto de harina de trigo tostada y empapada en el vino.
(*) Bupréstidos: coleópteros (fam. Buprestidae, Leach 1815) se alimentan con vegetales, pero según varios autores, incluyendo Aristóteles
y Plinio, podían ser ingeridos por los vacunos al pastoreo, causándole inflamaciones y incluso la muerte.

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página creada el: 10 septiembre 2010 y puesta al día el: 12 septiembre 2010