L. IUNIUS MODERATUS COLUMELLA (1er siglo)
De Re Rustica - Liber VI
texto original desde: http://www.thelatinlibrary.com/columella/columella.rr8.shtml (traducción: Andrea Gaddini)

I
[1] Quae in emendis bubus sequenda quae que vitanda sint, non ex facili dixerim, cum pecudes pro regionis caelique statu et habitum corporis et ingenium animi et pili colorem gerant. Aliae formae sunt Asiaticis, aliae Gallicis, Epiroticis aliae. Nec tantum diversitas provinciarum, sed ipsa quoque Italia partibus suis discrepat. Campania plerumque boves progenerat albos et exiles, labori tamen et culturae patrii soli non inhabiles. [1] No es fácil para mi decir cuales principios se deben seguir y cuales es mejor evitar comprando ganado, puesto que el ganado demuestra, según regiones y clima, las diversas complexiónes del cuerpo, temperamentos y colores de la capa. El ganado asiático tiene formas diferentes del de Galia y los del Epiro. Por otra parte la diferencia está no solamente entre las provincias, si no las regiones se diferencian incluso dentro de la Italia misma. La Campania produce principalmente ganado blanco y delgado pero no inadecuado para el trabajo y al cultivo de su tierra nativa.
[2] Umbria vastos et albos; eademque robios, nec minus probabiles animis quam corporibus. Etruria et Latium compactos, sed ad opera fortes. Apenninus durissimos omnemque difficultatem tolerantes, nec ab aspectu decoros. Quae cum tam varia et diversa sint, tamen quaedam quasi communia et certa praecepta in emendis iuvencis arator sequi debet; eaque Mago Carthaginiensis ita prodidit, ut nos deinceps memorabimus. [2] La Umbría da ganado blanco muy grande, pero también rojo del mismo valor en cuanto a naturaleza y estructura del cuerpo. El ganado de Etruria y Lacio es achaparrado, pero fuerte en el trabajo. Los Apeninos dan ganado muy fuerte que aguanta cada adversidad, pero de malo parecer. Aunque los vacunos sean tan diferentes y varios, el labrador debe seguir, al comprar becerros, algunas reglas casi comunes y fijas, y como el cartaginés Mago nos las transmitió, así aquí en seguida las recordamos.
 [3] Parandi sunt boves novelli, quadrati, grandibus membris, cornibus proceris ac nigrantibus et robustis, fronte lata et crispa, hirtis auribus, oculis et labris nigris, naribus resimis patulisque, cervice longa et torosa, palearibus amplis et paene ad genua promissis, pectore magno, armis vastis, capaci et tamquam implente utero, lateribus porrectis, lumbis latis, dorso recto planoque vel etiam subsidente, clunibus rotundis, cruribus compactis ac rectis, sed brevioribus potius quam longis, nec genibus improbis, ungulis magnis, caudis longissimis et setosis, piloque corporis denso brevique, coloris robii vel fusci, tactu corporis mollissimo. [3] Los jovenes vacunos que comprar deben ser vigorosos, de grandes miembros, cuernos anchos, negros y robustos, de frente amplia y rizada, de orejas hirsutas, de ojos y labios negros, de narinas anchas y hacia arriba, de cuello ancho y musculoso, de papada amplia y bajada casi hasta las rodillas, de pecho amplio, hombros anchos, vientre capaz y casi como grávido, de ijadas extensos, lomos anchos, de dorso recto y plano o también ligeramente arqueado, de nalgas redondos, de patas compactas y rectas, pero mejor breves que largas, de rodillas no defectuosas, pezuñas amplias, cola muy larga y sedosa, de pelo tupido y corto, de color rojizo o negro, muy suave al tacto.

II
[1] Talis notae vitulos oportet, cum adhuc teneri sunt, consuescere manu tractari, ad praesepia religari, ut exiguus in domitura labor eorum et minus sit periculi. Verum nec ante tertium neque post quintum annum iuvencos domari placet, quoniam illa aetas adhuc tenera est, haec iam praedura. Eos autem, qui de grege feri comprehenduntur, sic subigi convenit. [1] Es necesario que los becerros con estas calidades se acostumbren desde cuando son crías a ser manipulados, a ser atados al pesebre, de modo que el trabajo de la domesticación sea menor. No es seguramente conveniente que los novillos sean domesticados antes del tercer año o más allá del quinto año de edad, porque la primera edad es prematura y la segunda ya es demasiado endurecida. Por otra parte los novillos que son capturados salvajes de la manada se deben domesticar así.
[2] Primum omnium spatiosum stabulum praeparetur, ubi domitor facile versari, et unde degredi sine periculo possit. Ante stabulum nullae angustiae sint, sed aut campus aut via late patens, ut, cum producentur iuvenci, liberum habeant excursum, ne pavidi aut arboribus aut obiacenti cuilibet rei se implicent noxamque capiant. [2] Antes de todo se prepare un establo espacioso, en el cual el adiestrador pueda volverse facilmente y salir sin peligro. Delante del establo no debe haber estrechamientos, sino un campo o una ruta muy accesible, para que cuando los bueyes se llevan afuera sean libres de correr y no tropezen por miedo en árboles o en cualquier otro objeto puedan encontrar y se procuren daños.
[3] In stabulo sint ampla praesepia, supraque transversi asseres in modum iugorum a terra septem pedibus elati configantur, ad quos religari possint iuvenci. Diem deinde, quo domituram auspiceris, liberum a tempestatibus et a religionibus matutinum eligito; cannabinisque funibus cornua iuvencorum ligato. [3] En el establo deben estar amplios pesebres sobre los cuales se fijen postes transversales, dispuestos como yugos, a siete pies de alto del suelo, a las cuales los novillos puedan ser atados. Y entonces la mañana en la cual se comienza domesticar se eliga propicia por tiempo atmosférico y por los ritos religiosos, y se aten los cuernos de los novillos con cuerdas de cáñamo.
[4] Sed laquei, quibus capulabuntur, lanatis pellibus involuti sint, ne tenerae frontes sub cornua laedantur. Cum deinde buculos comprehenderis, perducito ad stabulum, et ad stipites religato ita ut exiguum laxamenti habeant, distentque inter se aliquanto spatio, ne in colluctatione alter alteri noceat. Si nimis asperi erunt, patere unum diem noctemque desaeviant. Simul atque iras contuderint, mane producantur, ita ut a tergo complures, qui sequuntur, retinaculis eos contineant, et unus cum clava salignea procedens modicis ictibus subinde impetus eorum coerceat. [4] Pero los lazos que se utilizan para atar los novillos se deben envolver con cuero cubierto de lana, así que sus frentes blandas debajo de los cuernos no sean heridas. Por lo tanto, una vez que los novillos habrán sido atados, se conduzcan al establo, y se aten a los postes de modo que no tengan demasiado juego y haya bastante espacio entre ellos, así que no se lastimen recíprocamente luchando. Si son demasiado salvajes, se dejen libres de calmarse por un día y una noche, y en cuanto su cólera se apagará, la mañana siguiente se conduzcan afuera, de manera que hayan tanto muchos que los siguan por detrás y los retengan con bridas, como otro con un palo de sauce que avance refrenando de vez en cuando su ímpetu con golpecitos.
[5] Sin autem placidi et quieti boves erunt, vel eodem die, quo alligaveris, ante vesperum licebit producere, et docere per mille passus composite ac sine pavore ambulare; cum domum perduxeris, arcte ad stipites religato, ita ne capite moveri possint. Tum demum ad alligatos boves neque a posteriore parte neque a latere, sed adversus, placide et cum quadam vocis adulatione venito, ut accedentem consuescant aspicere. Deinde nares perfricato, ut hominem discant odorari. [5] Si en cambio los novillos serán mansos y quietos, aún en el mismo día en que fueron atados por la primera vez, antes de noche se pueden conducir afuera y enseñarles avanzar con calma y sin miedo por mil pasos; cuando habrán sido reconducidos en el establo, se áten estrechos a los postes, de modo que no puedan mover su cabeza. Entonces por fin se avance hacia los vacunos atados no por detrás ni del lado, sino de frente, con calma y con cierto halago en la voz, así que se acostumbren a ver a alguien que se acerca. Luego se le froten las narinas para que aprendan sentir el olor del hombre.
[6] Mox etiam convenit tota tergora et tractare et respergere mero, quo familiariores bubulco fiant; ventri quoque et sub femina manum subicere, ne ad eiusmodi tactum postmodum pavescant, et ut ricini qui plerumque feminibus inhaerent, eximantur. Idque cum fit, a latere domitor stare debet, ne calce contingi possit. [6] Además es también conveniente frotar y rociar todas sus partes posterioras con el vino, para acostumbrarlos al boyero y es también mejor poner la mano debajo de su vientre y de sus muslos, tanto para que luego no se asusten cuando seran tocados de esta manera, como para sacar las garrapatas, que se agarran sobre todo a los muslos. Cuando el adiestrador hará esto, debrá estar al lado del animal, para que no pueda ser golpeado por una patada.
[7] Post haec diductis malis educito linguam, totumque eorum palatum sale defricato, libralesque offas in praesulsae adipis liquamine tinctas in gulam demittito, ac vini singulos sextarios per cornu faucibus infundito; nam per haec blandimenta triduo fere mansuescunt, iugumque quarto die accipiunt, cui ramus illigatus temonis vice traicitur; interdum et pondus aliquod iniungitur, ut maiore nisu laboris exploretur patientia. [7] Una vez hecho esto, abriendo de par en par las mandíbulas, se saque su lengua y se frote toda la boca y el palado con sal, y se le empuje en la garganta unos bocados de una libra de grasa muy salada y se le verte adentro con un cuerno un sextario (0,5 l) de vino por cada ejemplar. Puesto que con esta suavidad en casi tres días serán domésticos, el cuarto día aceptarán el yugo, en el cual se fijará un ramo, hecho pasar en lugar del timón; a veces se agregan unos pesos, así que un esfuerzo más duro ponga a prueba la resistencia al trabajo del buey.
[8] Post eiusmodi experimenta vacuo plostro subiungendi et paulatim longius cum oneribus producendi sunt. Sic perdomiti mox ad aratrum instituantur, sed in subacto agro, ne statim difficultatem operis reformident neve adhuc tenera colla dura proscissione terrae contundant. Quemadmodum autem bubulcus in arando bovem instituat, primo praecepi volumine. Curandum ne in domitura bos calce aut cornu quemquam contingat. Nam nisi haec caveantur, numquam eiusmodi vitia quamvis subacto eximi poterunt. [8] Después de los ensayos hechos de esta manera se deben unir a un carro vacío y paso a paso deben salir llevando pesos por tiempos más largos. Puesto que sean domesticados así, se deben acostumbrar al arado, pero en un campo ya labrado, de modo que no sean enseguida asustados por las dificultades del trabajo y no lastimen sus cuellos blandos por la difícil aradura de la tierra. En el primer volumen ya enseñé cómo el labrador debe entrenar el buey al arado. Se debe cuidar que durante la domesticación nadie sea golpeado por una patada o una cornada: en hecho si no se pone atención a esto, nunca se logrará enmendar este vicio, mismo en animales sometidos.
[9] Verum ista sic agenda praecipimus, si veteranum pecus non aderit. Nam si aderit, expeditior tutiorque ratio domandi est, quam nos in nostris agris sequimur. Nam ubi plostro aut aratro iuvencum consuescimus, ex domitis bubus valentissimum eundemque placidissimo cum indomito iungimus. Is et procurrentem retrahit et cunctantem producit. [9] Sin embargo estas cosas que enseñamos no deben realmente ser hechas si se tienen a disposición bueyes ya domesticados: en este caso el procedimiento de domatura es más rápido y más seguro, y es la que seguimos en nuestros campos. En hecho cuando se acostumbra un buey al carro o al arado, se enyugan el más vigoroso y el más plácido de los bueyes domesticados con uno todavía no amansado, de modo que aun cuando este avance demasiado rápido, el otro lo refrene, y si se demora el primero lo tira adelante.
[10] Si vero non pigeat iugum fabricare, quo tres iungantur, hac machinatione consequemur, ut etiam contumaces boves gravissima opera non recusent. Nam ubi piger iuvencus medius inter duos veteranos iungitur, aratroque iniuncto terram moliri cogitur, nulla est imperium respuendi facultas. Sive enim efferatus prosilit, duorum arbitrio inhibetur; seu consistit, duobus gradientibus etiam invitus obsequitur; seu conatur decumbere, a valentioribus sublevatus trahitur; propter quae undique necessitate contumaciam deponit, et ad patientiam laboris paucissimis verberibus perducitur. [10] Entonces, si no nos desagrada construir un yugo a el cual se puedan uncir tres animales, con esta treta lograremos alcanzar que ni los bueyes reacios rehusen el trabajo más pesado: de hecho cuando un buey perezoso se enyuga entre dos veteranos, puesto el arado en el suelo blando, se encuentra obligado y no tiene ninguna facultad de rehusar las órdenes. Si entonces se arroja furioso adelante es es parado por la voluntad de los otros dos, si en cambio se para debe ceder, aunque de mala gana, a los dos que avanzan, levantado y arrastrado por los más fuertes, por lo tanto por necesidad renuncia totalmente a su obstinación y es convencido soportar el trabajo con muy pocos latigazos.
[11] Est etiam post domituram mollioris generis bos, qui decumbit in sulco; eum non saevitia, sed ratione censeo emendandum. Nam qui stimulis aut ignibus aliisque tormentis id vitium eximi melius iudicant, verae rationis ignari sunt, quoniam pervicax contumacia plerumque saevientem fatigat. Propter quod utilius est citra corporis vexationem fame potius et siti cubitorem bovem emendare. Nam eum vehementius afficiunt naturalia desideria quam plagae. [11] Hay también un tipo de bueyes más grácil que, aún después de la domatura, se acuestan en el surco; creo que deban ser enmendados no por la aspereza, sino por el cuidado; de hecho los que juzgan mejor de corregir este vicio por la aguijada o el fuego u otros dolores, no conocen la manera adecuada, puesto que la testarudez obstinada generalmente cansa a quien se ensaña. Por lo tanto es mejor enmendar los bueyes que se acostan, por medio del hambre y de la sed, más bien que con maltratos.
[12] Itaque si bos decubuit, utilissimum est pedes eius sic vinculis obligari, ne aut insistere aut progredi aut pasci possit. Quo facto inedia et siti compulsus deponit ignaviam; quae tamen rarissima est in pecore vernaculo; longeque omnis bos indigena melior est quam peregrinus. Nam neque aquae nec pabuli nec caeli mutatione tentatur, neque infestatur condicione regionis, sicut ille, qui ex planis et campestribus locis in montana et aspera perductus est, vel ex montanis in campestria. [12] Por lo tanto, si un buey se acuesta, es más útil atar sus piernas con correas, de modo que no pueda ni tenerse de pie ni caminar, y por lo tanto pacer; así, inducido por el hambre y la sed, dejará su pereza. Sin embargo esto sucede raramente al ganado nacido en la granja, y todos los bueyes autóctonos son mucho mejores que los extranjeros: de hecho no son molestados por los cambios de agua, alimento o clima, ni son disturbados por la conformación de la región, como los que de áreas llanas y campestres se llevan en ásperos lugares de montaña, o de la montaña se llevan en tierras planas.
[13] Itaque etiam, cum cogimur ex longinquo boves arcessere, curandum est, ut in similia patriis locis traducantur. Item custodiendum est, ne in comparatione vel statura vel viribus impar cum valentiore iungatur. Nam utraque res inferiori celeriter affert exitium. [13] Entonces, si somos fuerzados proporcionarnos nuestros bueyes de lejos, tenemos que cuidar que sean llevados en lugares parecidos a sus países de origen. Además se debe cuidar de no uncir un buey más débil con uno más fuerte por complexión, altura o vigor: de hecho estas cosas llevan rápidamente el más débil a la ruina.
[14] Mores huius pecudis probabiles habentur, qui sunt propiores placidis quam concitatis, sed non inertes; qui sunt verentes plagarum et acclamationum, sed fiducia virium nec auditu nec visu pavidi, nec ad ingredienda flumina aut pontes formidolosi; multi cibi [edaces] verum in eo conficiendo lenti. Nam hi melius concoquunt, ideoque robora corporum citra maciem conservant, qui ex commodo, quam qui festinanter mandunt. [14] Se juzga que las calidades más apreciables de este ganado sean de ser plácidos más bien que impetuosos, pero no torpes, que respondan a golpes y gritos, pero tengan confianza en sus propias fuerzas y no teman lo que oyen y ven y no tengan miedo de atravesar ríos o puentes, voraces de muchas comidas distintas, pero sin embargo lentos en comierlas: en efecto los que mastican en el tiempo apropiado, digieren mejor y por lo tanto conservan mejor las energías de su cuerpo, sin adelgazar, con respecto de los que se apresuran.
[15] Sed tam vitium est bubulci pinguem quam exilem bovem reddere; habilis enim et modica corporatura pecoris operarii debet esse, nervisque et musculis robusta, non adipibus obesa, ut nec sui tergoris mole nec labore operis degravetur. Sed quoniam quae sequenda sunt in emendis domandisque bubus tradidimus, tutelam eorum praecipiemus. [15] Sin embargo para un boyero es un defecto dejar que los bueyes engorden o adelgacen; de hecho la complexión del ganado de trabajo debe ser ágil y contenida, fuerte en los tendones y en los músculos, no demasiado gorda, de modo que no sean cargados ni por el tamaño de los cuartos traseros ni por el cansancio del trabajo. Después que hemos expuesto las reglas que seguir cuando se compran o se domestican los bueyes, ahora enseñaremos cómo cuidarlos.

III
[1] Boves calore sub divo, frigoribus intra tectum manere oportet. Itaque hibernae stabulationi eorum praeparanda sunt stramenta, quae mense Augusto intra dies triginta sublatae messis praecisa in acervum exstrui debent. Horum desectio cum pecori tum agro est utilis: liberantur arva sentibus, qui aestivo tempore per Caniculae ortum recisi plerumque radicitus intereunt, et stramenta pecori subiecta plurimum stercoris efficiunt. Haec cum ita curaverimus, tum et omne genus pabuli praeparabimus, dabimusque operam, ne penuria cibi maciescat pecus. [1] Se deben quedar los bueyes debajo del cielo cuando es caluroso, y al cubierto cuando es frío. Por lo tanto para su estabulación invernal se debe preparar paja, que en el mes de agosto se acumula en montones, dentro de treinta días de la segazón. La cosecha de la paja es útil tanto para el ganado como para la tierra: los campos se libran de las zarzas, que generalmente mueren con sus raíces cuando se cortan en los meses de verano, cuando se levanta Sirio, y la paja usada como mullida para el ganado proporciona un montón de abono. Una vez que habremos cuidado de todas estas cosas, entonces prepararemos cada tipo de forraje y nos entregaremos para que la falta de comida no haga adelgazar el ganado.
[2] Boves autem recte pascendi non una ratio est. Nam si ubertas regionis viride pabulum subministrat, nemo dubitat quin id genus cibi ceteris praeponendum sit; quod tamen nisi riguis aut roscidis locis non contingit. Itaque in iis ipsis vel maximum commodum est, quod sufficit una opera duobus iugis, quae eodem die alterna temporum vice vel arant vel pascuntur. [2] No hay solamente una manera justa para hacer que los ganados pasten bien. En hecho si la fertilidad de la región provee el forraje verde, nadie duda que este tipo de comida debe ser preferido, sin embargo éste se encuentra solamente en lugares húmedos o bien regados. Y por lo tanto en tales lugares hay también una gran ventaja, porque un día del trabajo es bastante para dos pares de bueyes, que aren o pasten en alternancia.
[3] Siccioribus agris ad praesepia boves alendi sunt, quibus pro condicione regionum cibi praebentur; eosque nemo dubitat, quin optimi sint vicia in fascem ligata et cicercula itemque pratense foenum. Minus commode tuemur armentum paleis, quae ubique et quibusdam regionibus solae praesidio sunt. Eae probantur maxime ex milio, tum ex ordeo, mox etiam ex tritico. Sed iumentis iusta operum reddentibus ordeum praeter has praebetur. [3] En las zonas más áridas el ganado debe ser alimentado al pesebre, y según los rasgos del lugar, seran proporcionadas las comidas, de las cuales nadie duda que las mejores sean la arveja atada en haces y la cicércula, y asimismo el heno de prado. Alimentaremos menos bien el ganado con la paja, esa se encuentra por todas partes y en algunas regiones es la única ayuda. Entre las pajas las mejores son la de mijo, luego la de cebada, y entonces la de trigo, pero a los bueyes que proporcionan trabajo se debe dar también cebada, además de la paja.
[4] Bubus autem pro temporibus anni pabula dispensantur. Ianuario mense [singulis] fresi et aqua macerati ervi quaternos sextarios mistos paleis dare convenit, vel lupini macerati modios, vel cicerculae maceratae semodios, et super haec affatim paleas. Licet etiam, si sit leguminum inopia, et eluta et siccata vinacia, quae de lora eximuntur, cum paleis miscere. [4] A los bueyes además se suministra forraje según las estaciones del año. En el mes de enero a cada ejemplar se proporcionan 4 sextarios (8,7 kg) de arveja molida y macerada en agua mezclada a paja, o un moyo (8,7 kg) de de altramuces macerados o un medio moyo de cicércula macerada y, además de todo esto, paja en cantidad. Se puede también, si hay falta de leguminosas, mezclar a la paja el orujo de vino lavado y secado, extraído del aguapié.
[5] Nec dubium [est] quin ea longe melius cum suis folliculis, ante quam eluantur, praeberi possint. Nam et cibi et vini vires habent, nitidumque et hilare et corpulentum pecus faciunt. Si grano abstinemus, frondis aridae corbis pabulatorius modiorum viginti sufficit, vel foeni pondo triginta, vel sine modo viridis laurea et ilignea frondes. Et his, si regionis copia permittat, glans adicitur; quae nisi ad satietatem detur, scabiem parit. Potest etiam si proventus vilitatem facit, semodius fabae fresae praeberi. Mense Februario plerumque eadem sunt cibaria. [5] No hay duda que el orujo es mucho mejor si es proporcionado con todas sus cáscaras, antes de lavarlo, de esta manera guarda toda la energía del vino y del alimento y hacen el ganado reluciente, de buen humor y bien alimentado. Si deseamos ahorrar trigo, es bastante una cesta de forraje de veinte moyos (175 kg) de frondas secas o treinta libras de heno o frondas de laurel y quejigo sin límites, y a todo esto, si la fertilidad de la región lo permite, podemos agregar bellotas, que si no se proporcionan a saciedad, producen la sarna. También podemos, si la abundancia genera un buen precio, dar un medio moyo (4 kg) de habas. En el mes de febrero los forrajes son más o menos los mismos.
[6] Martio et Aprili debet ad foeni pondus adici, quia terra proscinditur; sat autem erit pondo quadragena singulis dari. Ab Idibus Aprilis usque in Idus Iunias viride pabulum recte secatur; potest etiam in Kal. iulias frigidioribus locis idem praestari; a quo tempore in Kal. Novembres tota aestate et deinde autumno satientur fronde; quae tamen ante est utilis, quam cum maturuerit vel imbribus vel assiduis roribus; probaturque maxime ulmea, post fraxinea, et ab hac populnea. Ultimae sunt ilignea et quernea et laurea; sed eae post aestatem necessariae deficientibus ceteris. [6] En marzo y abril se debe aumentar el peso del heno, porque se ara el suelo, pero cuarenta libras (12 kg) de más por ejemplar serán bastantes. Desde mediados de abril hasta mediados de junio será mejor guadañar el forraje verde, en los lugares más fríos podemos también proporcionarlo hasta el principio de julio. A partir de esta estación hasta el principio de noviembre, a lo largo de todo el verano y entonces en el otoño, se deben saciar por hojas, las cuales pero no son útiles antes de madurar con las lluvias o con frecuente rocío; las hojas del olmo se consideran idóneas, siguen las de fresno y entonces de álamo. Últimas son las de encina, roble y laurel, que son necesarias después del verano, cuando las otras carecen.
[7] Possunt etiam folia ficulnea probe dari, si sit eorum copia, aut stringere arbores expediat. Ilignea tamen [vel] melior est quernea, sed eius generis, quod spinas non habet. Nam id quoque, uti iuniperus, respuitur a pecore propter aculeos. Novembri mense ac Decembri per sementem quantum appetit bos, tantum praebendum est; plerumque tamen sufficiunt singulis modii glandis et paleae ad satietatem datae, vel lupini macerati modii, vel ervi aqua conspersi, sextarii VII permisti paleis, vel cicerculae similiter conspersae sextarii XII misti paleis, vel singuli modii vinaceorum, si iis, ut supra dixi, large paleae adiciantur; vel si nihil horum est, per se foeni pondo quadraginta. [7] Se pueden muy bien dar también hojas de higo, si hay en abundancia o si es necesario podar los árboles. Las hojas de encino son mejores que las de roble, si son del tipo sin espinas, si no el ganado las rechaza, como hace también las de enebro. En los meses de noviembre y de diciembre, cuando se hace las siembra, al buey se debe dar todo el alimento que pide; por lo general basta un moyo (8.7 kilos) de bellotas y paja a.voluntad, o un moyo de altramuz o siete sextarios (15 kilos) de arveja macerada bañada con agua y mezclada con paja, o doce sextarios (26 kilos) de cicércula de la misma manera bañada con agua y mezclada con paja, o un moyo de casca si, como he dicho antes, se añada mucha paja; si en cambio no hay ninguna de estas cosas, se dan solamente cuarenta libras de heno.

IV
[1] Sed non proderit cibis satiari pecora, nisi omnis adhibeatur diligentia, ut salubri sint corpore, viresque conservent; quae utraque custodiuntur large dato per triduum medicamento, quod componitur pari pondere triti lupini, cupressique et cum aqua nocte una sub divo habetur; idque quater anno fieri debet ultimis temporibus veris, aestatis autumni, hiemis. [1] Pero no servirá saciar el ganado de alimento, si no se toman todas las medidas porque sean sanos de cuerpo y conserven las fuerzas; éstos resultados se alcanzan facilmente si se da por tres días una medicina, compuesta por partes iguales en peso de altramuz picado y piñas de ciprés y dejada por una noche en baño en el agua al aire abierto; esta medicina se debe dar cuatro veces por año, al final de la primavera, del verano, del otoño y del invierno.
[2] Saepe etiam languor et nausea discutitur, si integrum gallinaceum crudum ovum ieiuni faucibus inseras, ac postero die spicas ulpici vel alii cum vino conteras, et in naribus infundas; neque haec tantum remedia salubritatem faciunt. Multi et largo sale miscent pabula; quidam marrubium deterunt cum oleo et vino; quidam porri fibras, alii grana thuris, alii sabinam herbam rutamque cum mero diluunt. Eaque medicamenta potanda praebent. [2] A menudo entonces se podrá luchar contra náusea y postración si se pone en boca al animal en ayunas un huevo de gallina crudo entero, y si, el día después, se pica en el vino un tallo de cebollina o un dente de ajo, y se vierte todo en las narinas del buey. Pero no solamente estos remedios favorecen a la salud: muchos agregan abundante sal al forraje, otros pican el marrubio en aceite y vino, otros vierten en el vino puro los tallos del puerro, o granos de incienso o sabina o ruda, y estas medicinas se dan de beber al ganado.
[3] Multi caulibus vitis albae et valvulis ervi bubus medentur; nonnulli pellem serpentis obtritam cum vino miscent. Est etiam remedio cum dulci vino tritum serpyllum, et concisa et in aqua macerata scilla. Quae omnes praedictae potiones trium heminarum singulis diebus per triduum datae alvum purgant, depulsisque vitiis recreant vires. [3] Muchos curan a los bueyes con tallos de hierba de los pordioseros y vainas de arveja; algunos mezclan al vino de la piel de serpiente picada. También el vino dulce con serpol, es un remedio, como también la escila desmenuzada y macerada en agua. Todas las pociones hasta aquí citadas, si se dan por tres días, en la medida de tres héminas (0.825 l) al día, purgan el intestino, y reintegran las fuerzas, desterrando los achaques.
[4] Maxime tamen habetur salutaris amurca, si tantundem aquae misceas, et ea pecus insuescas; quae protinus dari non potest, sed primo cibi asperguntur, deinde exigua portione medicatur aqua, mox pari mensura mista datur ad saturitatem. [4] Pero la murga del aceite se considera muy saludable, si se mezcla en partes iguales con el agua, y si el ganado se acostumbra a ésta, ya que no se puede darsela enseguida, sin embargo antes se debe derramar sobre el forraje, pues se agrega en pequeñas cantidades al agua, al fin se mezcla en partes iguales con el agua, y se da hasta la saciedad.

 V
[1] Nullo autem tempore et minime aestate utile est boves in cursum concitari; nam ea res aut cit alvum, aut movet febrem. Cavendum quoque est, ne ad praesepia sus aut gallina perrepat. Nam hoc quod decidit, immistum pabulo, bubus affert necem; et id praecipue, quod egerit sus aegra, pestilentiam facere valet. Quae cum in gregem incidit, confestim mutandus est caeli status, et in plures partes distributo pecore longinquae regiones petendae sunt, atque ita segregandi a sanis morbidi, ne quis interveniat, qui contagione ceteros labefaciat. [1] En ninguna estación, y tanto menos en verano, se deben estimular los bueyes a correr, puesto que ésto mueve los intestinos y trae la fiebre. Se debe también cuidar que cerdos o gallinas no se infiltren en los pesebres: en efecto las heces que caen sobre el forraje llevan los bueyes a la muerte; y en el detalle lo qué cae de una puerca enferma es bastante a infectar. Cuando esto sucede en la manada, se debe ir rápidamente debajo de nuevos cielos y hacia pastos lejanos, donde el ganado se debe distribuir en varios grupos, y por lo tanto se deben separar los animales enfermos de los sanos, de modo que no suceda que puedan infectar los otros.
[2] Itaque cum ablegabuntur, in ea loca perducendi sunt, quibus nullum impascitur pecus, ne adventu suo etiam illi tabem afferant. Evincendi sunt autem quamvis pestiferi morbi, et exquisitis remediis propulsandi. Tunc panacis et eryngii radices foeniculi seminibus miscendae, et cum fricti ac moliti tritici farina candenti aqua conspergendae, eoque medicamine salivandum aegrotum pecus. [2] Por lo tanto, cuando los animales habrán sido movidos, se deben conducir en zonas en las cuales no pasta otro ganado, para evitar que con su llegada lleven la enfermedad también a los otros. Pero por cuanto tremendas pueden ser las enfermedades, se debe derrotarlas y guardar las distancias desde ellas con remedios probados. Entonces las raíces de la panacea y de eringio se deben mezclar con semillas del hinojo y agregar a harina de trigo tostada y molida, entonces asperjada con agua caliente, y los animales enfermos deben ser curados provocando la salivación con esta medicina.
[3] Tunc paribus casiae myrrhaeque et thuris ponderibus, ac tantumdem sanguinis marinae testudinis miscetur potio cum vini veteris sextariis tribus, et ita per nares infunditur. Sed ipsum medicamentum ponderis sescunciae divisum, portione aequa per triduum cum vino dedisse sat erit. Praesens etiam remedium cognovimus radiculae, quam pastores consiliginem vocant. Ea in Marsis montibus plurima nascitur, omnique pecori maxime est salutaris. Laeva manu effoditur ante solis ortum. Sic enim lecta maiorem vim creditur habere. [3] Después se debe preparar una poción con casia, mirra y incienso en partes iguales en peso y otro tanto de sangre de tortuga y agregarla a tres sextarios (1,6 l) de viejo vino y se debe verter en las narinas. Pero será bastante dar la misma medicina, dividida en partes de una onza y media (40 g), en cantidades iguales por tres días. Sé también de un remedio eficaz hecho con la raíz de la hierba de ballesteros, que los pastores llaman consiligo. Esta crece muy espesa en las montañas de la Marsica y es muy saludable para todo el ganado. Se debe desarraigarla con la mano izquierda antes de que se levante el sol, porque se cree que escogida de esta manera tenga más fuerza.
[4] Usus eius traditur talis. Aenea fibula pars auriculae latissima circumscribitur, ita ut manante sanguine tamquam O litterae ductus appareat orbiculus. Hoc et intrinsecus et ex superiore parte auriculae cum factum est, media pars descripti orbiculi eadem fibula transuitur, et facto foramini praedicta radicula inseritur; quam cum recens plaga comprehendit, ita continet, ut elabi non possit; in eam deinde auriculam omnis vis morbi pestilensque virus elicitur, donec pars, quae fibula circumscripta est, demortua excidit, et minimae partis iactura caput conservatur. Cornelius Celsus etiam visci folia cum vino trita per nares infundere iubet. Haec facienda, si gregatim pecora laborant; illa deinceps, si singula. [4] Alguien recomienda utilizar el remedio de esta manera: con un broche de bronce se tira un círculo en la parte más ancha de la oreja, de modo que la sangre que gotea trace un signo redondo similar a una O. Cuando se ha hecho esto seá en el interno sea en la parte superior de la oreja, se debe perforar el centro del círculo antedicho con el mismo broche, y se debe insertar la raíz citada en el agujero que se ha hecho, la cual, puesto que la herida reciente lo aprieta, por lo tanto se sostiene firme, de modo que no pueda deslizarse afuera; por lo tanto en ese oreja se concentran toda la fuerza de la enfermedad y el humor dañoso, hasta que la parte que se ha circunscrito con el broche, muere y cae abajo, y con la pérdida de una parte mínima, salvamos la vida a un animal. Cornelio Celso recomienda también verter adentro de las narinas hojas de muérdago molidas en el vino. Éstas son las cosas que hacer si el ganado se infecta en bloque, los remedios siguientes son en lugar si un solo animal es afectado.

 VI
[1] Cruditatis signa sunt crebri ructus ac ventris sonitus, fastidia cibi, nervorum intentio, hebetes oculi. Propter quae bos neque ruminat neque lingua se deterget. Remedio erunt aquae calidae duo congii, et mox triginta brassicae caules modice cocti et ex aceto dati. Sed uno die abstinendum est alio cibo. [1] Los síntomas de un indigestion son eructos frecuentes y ruidos de vientre, rechazo del pienso, tensión de los nervios, ojos apagados. Debido a esto el buey ni rumia ni se limpia con la lengua. El remedio seran dos congios (6.5 l) de agua caliente, y luego treinta tallos de col poco cocidos, dados con vinagre. Pero por un día se debe cuidar que el animal se quede en ayunas de otros alimentos.
[2] Quidam clausum intra tecta continent, ne pasci possit. Tum lentisci oleastrique cacuminum pondo IIII, et libram mellis una trita permiscent aquae congio, quam nocte una sub dio habent, atque ita faucibus infundunt. Deinde interposita hora macerati ervi quattuor libras obiciunt, aliaque potione prohibent. [2] Algunos mantienen el buey cerrado el establo, de manera que no pueda pastar. Entonces mezclan cuatro libras (1.3 kilos) de brotes de lentisco y acebuche y una libra (0.33 kilos) de miel, picados junto con un congio (3.25 l) de agua y dejada por una noche al aire libre, y luego lo vierten en boca al animal. Entonces, después de una hora, ponen antes de él cuatro libras (1.3 kilos) de arveja molida, y se le quitan las otras bebidas.
[3] Hoc per triduum fieri debet, dum omnis causa languoris discutiatur. Nam si neglecta cruditas est, et inflatio ventris et intestinorum maior dolor insequitur, qui nec capere cibos sinit, gemitus exprimit, locoque stare non patitur, saepe decumbere, et agitare caput caudamque crebrius agere cogit. Manifestum remedium est proximam clunibus partem caudae vinculo vehementer obstringere, vinique sextarium cum olei hemina faucibus infundere atque ita citatum per mille et quingentos passus agere. [3] Esto se debe hacer por tres días, hasta que cada causa de enfermedad se ha eliminado. En hecho, si se descuida una indigestión, después deriva una hinchazón del vientre y un dolor intestinal aún mayor, que no permite al animal de tomar el alimento, y le arranca lamentos, no lo deja quedarse parado de pie, y lo fuerza tenderse con frecuencia, sacudir la cabeza y agitar la cola más a menudo de lo habitual. El remedio obvio es apretar fuerte con una cuerda la parte de la cola más cerca a las nalgas, y verter adentro la boca del animal un sextario (0.54 l) de vino con una hémina (0.27 l) de aceite y hacerlo correr por mil quinientos pasos..
[4] Si dolor remanet, ungulas circumsecare, et uncta manu per anum inserta fimum extrahere, rursusque agere currentem. Si nec hoc profuit, tres caprifici aridi conteruntur, et cum dodrante aquae calidae dantur. Ubi nec haec medicina processit, myrti silvestris foliorum duae librae laevigantur, totidemque sextarii calidae aquae misti per vas ligneum faucibus infunduntur. Atque ita sub cauda sanguis emittitur. Qui cum satis profluxit, inhibetur papyri ligamine. Tum concitate agitur pecus eo usque, dum anhelat. [4] Si el dolor permanece, se deben cortar las pezuñas todo alrededor y, engrasando la mano, se debe poner una mano en el ano y extraer las heces, y otra vez hacer correr el animal. Si tampoco esto método funciona, se deben moler tres higos de Egipto secos y proporcionarlos al buey con tres cuartos de congio (2,5 l) de agua caliente. Si tampoco esta cura aprovecha se reducen al polvo dos libras (650 g) de hojas de mirto silvestre, se mezclan con dos sextarios (1,1 l) de agua caliente, y por medio de una vasija de madera se vierten en la garganta del animal. Por fin se debe sangrar el buey debajo de la cola, y como salió bastante sangre, se debe taponar con un vendaje de papiro. Entonces se debe hacer correr el animal hasta que jadea.
[5] Sunt et ante detractionem sanguinis illa remedia: tribus heminis vini tres unciae pinsiti alii permiscentur, et post eam potionem currere cogitur. Vel salis sextans cum cepis decem conteritur, et admisto melle decocto collyria immittuntur alvo, atque ita citatus bos agitur. [5] Antes de sangrar se pueden también experimentar otros remedios: se mezclan tres héminas (0,81 l) de vino con tres onzas (82 g) de ajo machacado, y después de dar esta poción el animal se debe hacer correr. O bien se debe moler un sextante (9 cl) de sal con diez cebollas, entonces ésto se mezcla con miel hervida largo rato y el ungüento que sale se introduce como un clister, y entonces se debe espolear el animal a correr veloz.

VII
[1] Ventris quoque et intestinorum dolor sedatur visu nantium et maxime anatis. Quam si conspexerit, cui intestinum dolet, celeriter tormento liberatur. Eadem anas maiore profectu mulos et equinum genus conspectu suo sanat. Sed interdum nulla prodest medicina. Sequitur torminum vitium, quorum signum est cruenta et mucosa ventris proluvies. [1] El dolor de vientre y de intestinos se puede apaciguir con la vista de animales nadadores, y sobretodo de patos. De hecho si un buey que tiene dolor del intestino los ve, lo liberarán rápidamente de su malestar. Pero la vista del mismo pato cura con mayor eficacia los mulos y los caballos. Pero a veces ninguna medicina funciona, y viene la disentería, cuyas síntomas son diarrea con sangre y mucosidad.
[2] Remedio sunt cupressini quindecim coni, totidemque gallae, et utrorumque ponderis vetustissimus caseus. Quibus in unum tunsis admiscentur austeri vini quattuor sextarii, qui pari mensura per quatriduum dispensati dantur; nec desint lentisci myrtique et oleastri cacumina viridis. Alvus corpus ac vires carpit, operique inutilem reddit. Quae cum accident, prohibendus erit bos potione per triduum, primoque die cibo abstinendus. [2] El remedio son quince piñas de ciprés, el mismo número de gallas, y un peso igual de queso muy maduro. Estos ingredientes se machacan juntos y se mezclan con cuatro sextarios (2,2 l) de vino áspero y, compartidos en partes de igual cantidad, se suministran por cuatro días; y entonces no deben carecer brotas de lentisco, mirto y acebuche. El dolor del intestino hace perder peso al buey y quita sus fuerzas y lo hace inepto para el trabajo. Cuando sucede esto, se debe evitar que el buey beba por tres días, y el primer día se debe mantenerlo también sin comida.
[3] Sed mox cacumina oleastri et arundinis, item baccae lentisci et myrti dandae; nec potestas aquae nisi quam parcissimae facienda est. Sunt qui tenerorum lauri foliorum libram et abrotonum erraticum pari portione deterant cum aquae calidae duobus sextariis, atque ita faucibus infundant, eademque pabula, ut supra diximus, obiciant. [3] Pero entonces se deben también dar brotes de acebuche y de caña, y también bayas de lentisco y mirto; además no se debe dar agua, si no en cantidad mínima. Alguien muele una libra (325 g) de hojas de laurel y una igual cantidad de abrótano salvaje con dos sextarios (1.1 l) de agua caliente, y entonces se vierte todo en los fauces del buey, y luego se suministra el mismo forraje descrito antes.
[4] Quidam vinaceorum duas libras torrefaciunt, et ita conterunt cum totidem sextariis vini austeri, potandumque medicamentum praebent, omnique alio humore prohibent, nec minus cacumina praedictarum arborum obiciunt. Quod si neque ventris restiterit citata proluvies, neque intestinorum ac ventris dolor, cibosque respuet, et praegravato capite saepius quam consuevit, lacrymae ab oculis et pituita a naribus profluent, usque ad ossa frons media uratur, auresque ferro scindantur. Sed vulnera facta igne dum sanescunt, defricare bubula urina convenit. Ac ferro rescissa melius pice et oleo curantur. [4] Algunos tuestan dos libras (650 g) de granujas, y luego los muelen con una igual cantidad de vino áspero, y hacen beber esta medicina al animal, quitandole todas otras bebidas, y les dan brotes de los árboles antedichos. Si todo esto no para la diarrea arriba descrita, ni el dolor de intestinos y vientre, y el animal sigue rechazando la comida, y deja colgar su cabeza abajo más a menudo de lo habitual, y le salen lágrimas de los ojos y moco de las narinas, se debe quemar la parte media de su frente hasta el hueso y se deben incidir sus orejas con una cuchilla. Hasta que se sanan las heridas hechas con el fuego, es mejor frotarlas con orina vacunas. Los cortes hechos con la cuchilla se curan mejor con pez y aceite.

VIII
[1] Solent etiam fastidia ciborum afferre vitiosa incrementa linguae, quas ranas veterinarii vocant. Haec ferro reciduntur, et sale cum alio pariter trito vulnera defricantur, donec lacessita pituita decedit. Tum vino proluitur os, et interposito unius horae spatio virides herbae et frondes dantur, dum facta ulcera cicatrices ducant. Si neque ranae fuerint, neque alvus citata, et nihilo minus cibos non appetet, proderit alium pinsitum cum oleo per nares infundere, vel sale, vel cunila defricare fauces, vel eandem partem alio tunso et hallecula linire. Sed haec si solum fastidium est. [1] De ordinario unas dificultades en tomar la comida son provocadas también por esas excrecencias patológicas de la lengua, que los veterinarios llaman ranas. Deben ser cortadas por una lámina, entonces se debe frotar la herida con sal y ajo molido en cantidades iguales, hasta que se provoque un drenaje del moco. Entonces se debe aclarar la boca con vino, y después de una hora se den hierba y hojas tiernas, que hacen más fácil la cicatrización de las heridas. Si también no teniendo ni ranas, ni la diarrea ya descrita, el buey no toma ningún alimento, será útil introducir en sus narinas un poco de ajo machacado con aceite, o frotar su boca con sal u origan, o aún engrasaro las mismas partes con ajo machacado y pequeñas anchoas. Pero esto funciona si el animal está solamente levemente indispuesto.

IX
[1] Febricitanti bovi convenit abstineri cibo uno die, postero deinde exiguum sanguinem ieiuno sub cauda emitti, atque interposita hora modicae magnitudinis coctos brassicae coliculos triginta ex oleo et garo salivati more demitti, eamque escam per quinque dies ieiuno dari. Praeterea cacumina lentisci aut oleae, vel tenerrimam quamque frondem, aut pampinos vitis obici; tum etiam spongia labra detergeri, et aquam frigidam ter die praeberi potandam. [1] El buey con la fiebre es mejor que se deje sin alimento por un día, el día siguiente entonces se debe sangrar levemente debajo de la cola, y después de una hora se le hacen tragar como salivatorio treinta tallos de col de tamaño medio cocinados en aceite y salsa de pescados fermentada, y este alimento se da al buey ayunado por cinco días. Después de esto se deben dar brotes de lentisco o de olivo, o bien frondas, a condición de que sean muy tiernas, o aún pámpanas de vid; entonces se limpian también los labios con una esponja, y se da agua fría por tres días como bebida.
[2] Quae medicina sub tecto fieri debet, nec ante sanitatem bos emitti. Signa febricitantis manantes lacrimae, gravatum caput, oculi compressi, fluidum salivis os, longior et cum quodam impedimento tractus spiritus, interdum et cum gemitu. [2] Esta medicina se administra en un lugar cubierto, y no se debe dejar salir el buey hasta que se sana. Los síntomas de la fiebre en los animales son lagrimeo, cabeza colgada abajo, ojos hundidos, goteo de saliva de la boca, respiraciones prolongadas y algo jadeantes, que de vez en cuando se convierten en gemidos.

X
[1] Recens tussis optime salivato farinae ordeaceae discutitur. Interdum magis prosunt gramina concisa, et his admista fresa faba. Lentis quoque valvulis exemptae, et minute molitae, miscentur aquae calidae sextarii duo, factaque sorbitio per cornu infunditur. Veterem tussim sanant duae librae hyssopi macerati sextariis aquae tribus. Nam id medicamentum teritur, et cum lentis minute, ut dixi, molitae sextariis quattuor more salivati datur, ac postea aqua hyssopi per cornu infunditur. [1] Una tos recientemente aparecida se combate muy bien con un salivatorio de harina de cebada. De vez en cuando aprovechan más unos cereales troceados, mezclados a habas molidas. También las lentejas, a condición de que sean peladas de las vainas, y molidas finemente, mezclados con dos sextarios (1.1 l) de agua caliente se pueden hacer tragar por medio de un cuerno. Si la tos es de larga data se cura con dos libras (1.6 l) de hisopo maceradas en tres sextarios (1.6 l) de agua. Esta medicina se debe moler y, mezclada con las lentejas finemente molidas, según lo que se vió antes, cuatro sextarios (2.2 l) de esta se dan como salivatorio, y entonces con un cuerno se hace tragar al buey el agua usada para macerar el hisopo.
[2] Porri enim succus oleo, vel ipsa fibra cum ordeacea farina contrita remedio est. Eiusdem radices diligenter lotae, et cum farre triticeo pinsitae ieiunoque datae vetustissimam tussim discutiunt. Facit idem pari mensura ervum sine valvulis cum torrefacto ordeo molitum, et salivati more in fauces demissum. [2] Un buen remedio es también jugo de puerro con aceite, o aún la parte sólida restante del mismo puerro, picada con harina de cebada. Las raíces del puerro lavadas cuidadosamente y machacadas con harina de trigo y después suministrada al animal ayunado, echará la tos más vieja. El mismo efecto se obtiene con arveja sin vainas molida con una igual cantidad de cebada tostada, y vertida en la garganta como salivatorio.

XI
[1] Suppuratio melius ferro rescinditur, quam medicamento. Expressa deinde sanie sinus ipse, qui eam continebat, calida bubula urina eluitur, atque ita linamentis pice liquida et oleo imbutis colligatur. Vel si colligari ea pars non potest, lamina candenti sevum caprinum aut bubulum instillatur. Quidam, cum vitiosam partem inusserunt, urina vetere eluunt, atque ita aequis ponderibus incocta pice liquida cum vetere axungia linunt. [1] Un absceso, más bien que curarlo con medicinas, es mejor incidirlo con una lámina. Entonces, una vez que se haya exprimido el pus que contuvo, se debe aclarar con orina vacuna caliente, y se envuelve con los vendajes impregnados de pez líquida y aceite. O aún, si la parte enferma no puede ser envuelta, con una lámina candente se hace gotear en ella grasa de cabra o vacuna. Alguien, después de cauterizar la parte enferma, después la aclara con orina vieja, y la engrasa con pez líquida cocida con una igual cantidad de manteca de cerdo vieja.

XII
[1] Sanguis demissus in pedes claudicationem affert. Quod cum accidit, statim ungula inspicitur. Tactus autem fervorem demonstrat; nec bos vitiatam partem vehementius premi patitur. Sed si sanguis adhuc supra ungulas in cruribus est, fricatione assidua discutitur; vel cum ea nihil profuit, scarificatione demitur. At si iam in ungulis est, inter duos ungues cultello leviter aperies. [1] Si la sangre se acumula en los pies provoca cojera. Cuando sucede esto, se debe examinar la pezuña: de hecho, se mostra caliente al tacto y el buey no puede tolerar que la parte enferma sea presionada con fuerza. Pero si la sangre todavía está en la pierna, sobre la pezuña, se debe eliminar masajeándole masajes largo rato. Pero si este tratamiento no funciona, se elimina la sangre con una incisión. Si la sangre está ya en las pezuñas, se debe incidir delicadamente entre los dos dedos con un cuchillo.
[2] Postea linamenta sale atque aceto imbuta applicantur, ac solea spartea pes induitur, maximeque datur opera, ne bos in aquam pedem mittat, et ut sicce stabuletur. Hic idem sanguis nisi emissus fuerit, famicem creabit, qui si suppuraverit, tarde percurabitur; ac primum ferro circumcisus et expurgatus, deinde pannis aceto et sale et oleo madentibus inculcatis, mox axungia vetere et sevo hircino pari pondere decoctis, ad sanitatem perducitur. [2] Después de ésto se aplican vendajes impregnados en sal y vinagre, y se envuelve el pie en una plantilla de retama, y sobretodo se debe tomar cuidado que el buey no ponga el pie en el agua y sea estabulado en un lugar seco. Si la sangre no sale, creará un hematoma, que si supurará, sanará muy lentamente; entonces antes de todo se debe cortar la pezuña todo alrededor con una lámina y hacerla expurgar, luego se debe envolverla firmemente con un paño impregnado con vinagre, sal y aceite, y la herida sanará con vieja manteca de cerdo y grasa de cabra cocinadas y en cantidad igual.
[3] Si sanguis in inferiore parte ungulae est, extrema pars ipsius unguis ad vivum resecatur, et ita emittitur, ac linamentis pes involutus spartea munitur. Mediam ungulam ab inferiore parte non expedit aperire, nisi eo loco iam suppuratio facta est. Si dolore nervorum claudicat, oleo et sale genua poplitesque et crura confricanda sunt, donec sanetur. [3] Si la sangre restaña en la parte inferior de la pezuña, la extremidad de la pezuña misma se cortarà hasta la carne viva, y de esta manera la sangre saldrà; entonces se fajarà la pezuña con vendajes de hilo y se protegerà con una plantilla de retama. Es mejor que no se abra la pezuña interior desde el lado inferior, a menos que no se haya ya formado una supuración. Si el buey cojea por un dolor de tendones, se le deben frotar las rodillas, los corvejones y las patas con aceite y sal, hasta que sana.
[4] Si genua intumuerint, calido aceto fovenda sunt, et lini semen aut milium detritum conspersumque aqua mulsa imponendum; spongia quoque ferventi aqua imbuta et expressa litaque melle recte genibus applicatur, ac fasciis circumdatur. Quod si tumori subest aliquis humor, fermentum vel farina ordeacea ex passo aut aqua mulsa decocta imponitur; et cum maturuerit suppuratio, rescinditur ferro, eaque emissa, ut supra docuimus, linamentis curatur. [4] Si las rodillas se hinchan, se debe hacer una compresa con vinagre caliente, y entonces ponerle arriba semillas de lino o mijo molido mojado en agua mezclada con miel; es también bueno aplicarle esponjas impregnadas en agua caliente y después estrujadas, y mantenidas en su lugar con vendajes. Si bajo la hinchazón hay algún líquido, se debe aplicar cebada fermentada o harina de cebada cocinada en el vino de pasas o en agua con miel; y cuando el absceso ha supurado, se debe abrirlo con una lámina, y después de hacer salir el pus, se debe curar con los vendajes que describimos antes.
[5] Possunt etiam, ut Cornelius Celsus praecipit, lilii radix aut scilla cum sale, vel sanguinalis herba, quam polygonon Graeci appellant, vel marrubium ferro reclusa sanare. Fere autem omnis dolor corporis, si sine vulnere est, recens melius fomentis discutitur; vetus uritur, et supra ustum butyrum vel caprina instillatur adeps. [5] Es también posible curar los abscesos abiertos por una lámina, como enseña Cornelio Celso, con raíces de lirio o escila con hierba de Santa María, que los Griegos llaman polygonon, o con marrubio. Pues asi cada dolor del cuerpo entonces, si no depende de heridas, se combate mejor con emplastos, si es reciente, o debe ser quemado si es viejo, y en la quemadura se debe hacer gotear mantequilla o grasa de cabra.

XIII
[1] Scabies extenuatur trito alio defricto; eademque remedio curatur rabiosae canis vel lupi morsus, qui tamen et ipse imposito vulneri vetere salsamento aeque bene sanatur. Et ad scabiem praesentior alia medicina est. Cunila bubula et sulphur conteruntur, admistaque amurca cum oleo atque aceto incoquuntur. Deinde tepefactis scissum alumen tritum spargitur. Id medicamentum candente sole illitum maxime prodest. [1] La sarna desaparece si se frota con ajo molido; y con el mismo remedio se cura el mordisco del perro rabioso o del lobo, que sin embargo se sana bien igual si en la herida se coloca un poco de vieja salmuera. Y para la sarna hay otra medicina más eficaz. Se deben molir juntos gitam y azufre y después de mezclarlos con murga del aceite, se cocinan con aceite y vinagre. Entonces se debe dejarlo refrescar y derramarlo con alumbre en pedazos molido. Esta medicina tiene la más alta eficacia cuando se unta bajo el sol ardiente.
[2] Ulceribus gallae tritae remedio sunt. Nec minus succus marrubii cum fuligine. Est et infesta pestis bubulo pecori; coriaginem rustici appellant, cum pellis ita tergori adhaeret, ut apprehensa manibus deduci a costis non possit. Ea res non aliter accidit, quam si bos aut ex languore aliquo ad maciem perductus est, aut sudans in opere faciendo refrixit, aut si sub onere pluvia madefactus est. [2] Las gallas picadas son un remedio para las ulceraciones. Y no es menos útil el jugo de marrubio con hollín. Hay también una peligrosa enfermedad del ganado, que los criadores llaman coriago, por la cual la piel se pega tanto al cuerpo, que cuando se agarra por las manos no se puede despegar de las costillas. Esta enfermedad ocurre solamente por algunas razones muy definidas: se puso macilento por una enfermedad, o bien cogió frío mientras que estaba sudado por el trabajo, o la lluvia lo mojó mientras que llevaba pesos.
[3] Quae quoniam perniciosa sunt, custodiendum est, ut cum ab onere boves redierint, adhuc aestuantes anhelantesque vino aspergantur, et offae adipis faucibus eorum inserantur. Quod si praedictum vitium inhaeserit, proderit decoquere laurum et ea calda fovere terga, multoque oleo et vino confestim subigere, ac per omnes partes apprehendere et attrahere pellem. Idque optime fit sub dio, sole fervente. Quidam fraces vino et adipi commiscent, eoque medicamento post fomenta praedicta utuntur. [3] Puesto que esta enfermedad es perniciosa, se debe cuidar que, en cuanto los bueyes regresen del trabajo, todavía acalorados y jadeantes, sean rociados de vino, y se le pongan en la garganta unos bocados de lardo. Pero en caso de que los bueyes hayan ya sido golpeados por la enfermedad arriba descrita, será útil hacer una pócima de laurel y, hasta que sigue siendo caliente, hacer compresas en sus espaldas, y enseguida masajear con mucho aceite y vino, después agarrando y estirando en todos puntos la piel. Es mejor hacer todo esto al aire libre, debajo del sol ardiente. Algunos mezclan orujo de aceitunas con vino y lardo, y utilizan esta medicina después de hacer las compresas descritas antes.

 XIV
[1] Est etiam illa gravis pernicies, cum pulmones exulcerantur. Inde tussis et macies et ad ultimum phthisis invadit. Quae ne mortem afferant, radix consiliginis ita, ut supra docuimus, perforatae auriculae inseritur, tum porri succus instar heminae pari olei mensurae miscetur, et cum vini sextario potandus datur diebus compluribus. [1] Otra grave enfermedad es aquella por la cual los pulmones se ulceran. Luego irrumpen tos, agotamiento y por fin la tisis. Para no permitir que todo esto lleve a la muerte, se debe introducir en un agujero hecho en una oreja, como antes descrito, una raíz de hierba de ballesteros, después se debe mezclar aproximadamente una hémina (0.27 l) de jugo de puerro con una igual cantidad de aceite, y se deben dar por varios días como bebida con un sextario (0.54 l) de vino.
[2] Interdum et tumor palati cibos respuit, crebrumque suspirium facit, et hanc speciem praebet, ut bos in latus pendere videatur. Ferro palatum opus est sauciare, ut sanguis profluat, et exemptum valvulis ervum maceratum viridemque frondem, vel aliud molle pabulum, dum sanetur praebere. [2] A veces los bueyes rechazan la comida también para una hinchazón del paladar, que hace la respiración jadeante, y da un tal aspecto para el cual el buey parece inclinarse por un lado. El paladar se debe incidir el paladar con una lámina, para hacer salir la sangre, y se debe dar arveja amarga macerada escardada de las vainas y hojas verdes o otro forraje tierno, hasta que el buey se sana.
[3] Si in opere collum contuderit, praestantissimum est remedium sanguis de aure emissus; aut si id factum non erit, herba, quae vocatur avia, cum sale trite et imposita. Si cervix mota et deiecta est, considerabimus quam in partem declinet, et ex diversa auricula sanguinem detrahemus. Ea porro vena, quae in aure videtur esse amplissima, sarmento prius verberatur. Deinde cum ad ictum intumuit, cultello solvitur; et postero die iterum ex eodem loco sanguis emittitur, ac biduo ab opere datur vacatio. Tertio deinde die levis iniungitur labor, et paulatim ad iusta perducitur. [3] Si durante el trabajo sus cuellos se quedaron contusos, el remedio más eficaz es de sangrar una oreja; o bien si no se habrá hecho esto, se le debe poner encima la hierba cana, la que es llamada avia, molida con sal. Si el cuello se desplazó o se bajó, debemos controlar de cual lado se incline, y luego sangraremos la oreja del lado opuesto. Después en primer lugar se azotará con una ramita aquella vena que se ve mucho en relieve en la oreja. Luego, cuando se hinchará por causa de los golpes, se incide con un cuchillo; el día siguiente se sangra de nuevo en el mismo punto, y después por dos días se dispensa el buey del trabajo. Entonces el tercer día se impone un poco de trabajo ligero, y poco a poco se hace volver al trabajo normal.
[4] Quod si cervix in neutram partem deiecta est, mediaque intumuit, ex utraque auricula sanguis emittitur. Qui cum intra triduum, cum bos vitium cepit, emissus non est, intumescit collum, nervique tenduntur, et inde nata durities iugum non patitur. [4] Y si el cuello no se inclina de uno de los dos lados, sino se hinchó en el medio, se sangraran las dos orejas. Si no se sangra dentro de tres días del manifestarse del malestar, el cuello se hincha, los tendones se contraen y se crea un induración que no hace tolerar el yugo.
[5] Tali vitio comperimus aureum esse medicamentum ex pice liquida et bubula medulla et hircino sevo et vetere oleo aequis ponderibus compositum atque incoctum. Hac compositione sic utendum est. Cum disiungitur ab opere, in ea piscina, ex qua bibit, tumor cervicis aqua madefactus subigitur, praedictoque medicamento defricatur et illinitur. [5] Por esto malestar hemos aprendido que hay un excelente medicamento hecho con brea líquida, médula vacuna, grasa de cabra y aceite viejo mezclados en cantidades iguales y hechos hervir. Este compuesto se debe emplear de esta manera: cuando después del trabajo se le quita el yugo al buey, y en la misma tina en la cual bebe, se moja y se masajea la hinchazón, y luego se frota y se unta con el medicamento antes descrito.
[6] Si ex toto propter cervicis tumorem iugum recuset, paucis diebus requies ab opere danda est. Tum cervix aqua frigida defricanda et spuma argenti illinenda est. Celsus quidem tumenti cervici herbam, quae vocatur avia, ut supra dixi, contundi et imponi iubet. Clavorum, qui fere cervicem infestant, minor molestia est; nam facile oleo per ardentem lucernam instillato curantur. [6] Si el buey rechaza en todo el yugo para la hinchazón al cuello, se deben dar pocos días de descanso del trabajo. Luego se debe frotar el cuello con agua fría y untarlo con litargirio. Celso prescribe precisamente de machacar y aplicar en el cuello hinchado aquella hierba que llaman avia, como he dicho antes. Menor es el fastidio causado por las excrecencias que comunemente aquejan el cuello, de hecho se sanan facilmente haciendo gotear aceite desde un candil encendido.
[7] Potior tamen ratio est custodiendi, ne nascantur, neve colla calvescant, quae non aliter glabra fiunt, nisi cum sudore aut pluvia cervix in opere madefacta est. Itaque cum id accidit, lateritio trito prius quam disiungantur colla conspergi oportet; deinde cum id siccum erit, subinde oleo imbui. [7] La solución mejor es pero de cuidar que esas excrecencias no se forman, y el cuello no quite el pelo, y el cuello no pierde el pelo por ninguna otra razón, si no porque se ha empapado de sudor y lluvia durante el trabajo. Y cuando esto sucede, se debe espolvorear el cuello con ladrillos molidos, antes de separarlo del yugo; entonces cuando se ha secado, se impregna de aceite.

XV
[1] Si talum aut ungulam vomer laeserit, picem duram et axungiam cum sulphura et lana succida involutam candente ferro supra vulnus inurito. Quod idem remedium optime facit exempta stirpe, si forte surculum calcaverit, aut acuta testa vel lapide ungulam pertuderit; quae tamen si altius vulnerata est, latius ferro circumciditur, et ita inuritur, ut supra praecepi; deinde spartea calceata per triduum suffuso aceto curatur. [1] Si la reja lastima la cuartilla o la pezuña, con un hierro candente se debe derretir en la herida brea sólida y manteca de puerco envueltos en lana mugrienta con sulfuro. Este mismo remedio funciona muy bien si extirpando un arbusto, por casualidad pisó un rama, o una pezuña fue herida por un pedazo de barro puntiagudo o por un guijarro; si entonces la pezuña ha sido herida más para arriba, se ensancha el corte todo alrededor con una lámina, y entonces se derriten sobre las sustancias que he citado encima; entonces, se pone una plantilla de retama, y se cura bañando con vinagre por tres días.
[2] Item si vomer crus sauciarit, marina lactuca, quam Graeci tithymalon vocant, admisto sale imponitur. Subtriti pedes eluuntur calefacta bubula urina; deinde fasce sarmentorum incenso, cum iam ignis in favillam recidit, ferventibus cineribus cogitur insistere, ac pice liquida cum oleo vel axungia cornua eius linuntur. Minus tamen claudicabunt armenta, si opere disiunctis multa frigida laventur pedes; et deinde suffragines, coronae, ac discrimen ipsum, quo divisa est bovis ungula, vetere axungia defricentur. [2] De la misma manera si la reja lastima una pierna, se le pone encima lechuga marina, que los Griegos llaman tithymalon, mezclada con sal. Si los pies son consumados debajo se lavan con orina vacuna calentada; entonces se da fuego a una fajina de sarmientos, y apenas la llama se transforma en pavesas, se fuerza el buey a caminar en las cenizas ardientes, y se unta la parte córnea de la pezuña con pez líquida con aceite o manteca del puerco. Además el ganado cojeará menos si, cuando seran descolgados del yugo, sus pies seran lavados con mucha agua fría, y si entonces se refregarán con manteca del puerco vieja el corvejón, la corona, y el surco que separa las dos pezuñas del buey.

XVI
[1] Saepe etiam vel gravitate longi laboris, vel [cum] in proscindendo, aut duriori solo, aut obviae radici obluctatus, convellit armos. Quod cum accidit, et prioribus cruribus sanguis mittendus est; si dextrum armum laesit, in sinistro; si laevum, in dextro; si vehementius utrumque vitiavit, item in posterioribus cruribus venae solventur. [1] A menudo también para la pesadez de un largo trabajo, o durante la aradura, o por la dureza del suelo, o forzando contra una raíz encontrada en el camino, el buey tuerce su hombro. Cuando esto sucede, si se daña el hombro derecho, se debe sangrar la pata delantera izquierda, si en lugar se daña el hombro izquierdo, se debe sangrar la pata derecha; si por un esfuerzo más violento se lastimaron ambos hombros, se deben abrir las venas en los miembros traseros.
[2] Praefractis cornibus linteola sale atque aceto et oleo imbuta superponuntur, ligatisque per triduum eadem infunduntur. Quarto demum axungia pari pondere cum pice liquida, et cortice pineo, levigata imponitur. Et ad ultimum cum iam cicatricem ducunt, fuligo infricatur. Solent etiam neglecta ulcera scatere vermibus; qui si mane perfunduntur aqua frigida, rigore contracti decidunt, vel si hac ratione non possunt eximi, marrubium aut porrum conteritur, et admisto sale imponitur. Id celeriter necat praedicta animalia. [2] En los cuernos quebrados se debe poner un vendaje empapado en sal, vinagre y aceite, después los cuernos se atan y se empapan por tres días. Finalmente, en el cuarto día, se ponen encima manteca de cerdo y pez líquida en partes iguales, con corteza pulverizada de pino. Entonces, por fin, cuando los cuernos ya hayan hecho una cicatriz, se frotan con hollín. Sucede también que desde las heridas descuidadas salgan gusanos, que si se bañan por la mañana con agua fría, se contraen y caen. Si no pueden ser quitados de esta manera, se pica un poco de marrubio o puerro, después se mezcla con sal y se pone en la herida. Este tratamiento mata rápidamente a los antedichos animales.
[3] Sed expurgatis ulceribus confestim adhibenda sunt linamenta cum pice et oleo vetereque axungia, et extra vulnera eodem medicamento circumlinienda, ne infestentur a muscis, quae, ubi ulceribus insederunt, vermes creant. [3] Pero, una vez que se expurguen las heridas, se deben pronto aplicar vendajes con pez, aceite y vieja manteca de cerdo , y se debe untar todos alrededor de la misma medicina incluso fuera de la herida, de modo que esta no sea infestada por las moscas, que, si se posan en las heridas, hacen venir los gusanos.

XVII
[1] Est etiam mortiferus serpentis ictus, est et minorum animalium noxium virus. Nam et vipera et caecilia saepe cum in pascuo bos improvide supercubuit, lacessita onere morsum imprimit. Musque araneus, quem Graeci mygalen appellant, quamvis exiguis dentibus non exiguam pestem molitur. Venena viperae depellit super scarificationem ferro factam herba, quam vocant personatam, trita et cum sale imposita. [1] También la mordedura de la serpiente es mortal, y el veneno de animales más pequeños es perjudicial. En hecho a menudo la víbora y la culebra de cristal, cuando en el pasto un buey se tende incautamente sobre ellos, disturbados por el peso, ahondan una mordedura. Y el musgaño, que los Griegos llaman migale, incluso teniendo dientes pequeños, produce un daño no pequeño. El veneno de la víbora se debe quitar haciendo una incisión con una lámina y poniendo ahí la hierba llamada personata (la bardana), molida y mezclada con sal.
[2] Plus etiam eiusdem radix contusa prodest, vel si montanum trifolium invenitur, quod confragosis locis efficacissimum nascitur, odoris gravis, neque absimilis bitumini, et idcirco Graeci eam asphalton appellant; nostri autem propter figuram vocant acutum trifolium; nam longis et hirsutis foliis viret, caulemque robustiorem facit, quam pratense. [2] Sentan aun más bien las raíces machacadas de la misma planta o, si se consigue encontrarlo, el trébol montanoa, que es más eficaz si crece en lugares escarpados, y que tiene un olor fuerte, no disímil de el del betún, y es por esto qué los Griegos lo llaman asphalton; nosotros en lugar lo llamamos trébol agudo, por su forma: en hecho tiene hojas largas y melenudas, y su vástago es más robusto que el del trébol pratense.
[3] Huius herbae succus vino mistus infunditur faucibus, atque ipsa folia cum sale trita malagmatis more, scarificationi intenditur; vel si hanc herbam viridem tempus anni negat, semina eius collecta et levigata cum vino dantur potanda, radicesque cum suo caulae tritae, atque hordeaceae farinae et sali commistae ex aqua mulsa scarificationi superponuntur. [3] El jugo de esta hierba, agregado al vino, se vierte en la boca del animal, y las mismas hojas, picadas y agregadas con la sal, se untan como emplasto en la incisión; o, cuando, por causa de la estación, esta hierba no está disponible fresca, sus semillas, recogidas, pulverizadas y mezcladas con el vino, se dan como bebida, y las raíces molidas con los vástagos y harina de cebada, mezclados con agua y miel, se ponen en la incisión
[4] Est etiam praesens remedium, si conteras fraxini tenera cacumina quinque librarum, cum totidem vini et duobus sextariis olei, expressumque succum faucibus infundas; itemque cacumina eiusdem arboris cum sale trita laesae parti superponas. Caeciliae morsus tumorem, suppurationem molitur. Idem facit etiam muris aranei. Sed illius sanatur noxa subula aenea, si locum laesum compungas, cretaque cimolia ex aceto linas. [4] Otro remedio eficaz es moler cinco libras (1600 g) de brotes blandas de fresno, y el jugo que sale de aquellas, mezclado con la misma cantidad de vino y dos sextarios (1 litro) de aceite, se vierte en las fauces del animal, y se ponen también en la parte herida los brotes molidas del mismo árbol agregadas con sal. La mordedura de la culebra de cristal causa hinchazón y supuración. Lo mismo pasa con la mordedura de musaraña. Pero la mordedura del primero se cura pinchando la parte dañada con una lámina de cobre, entonces manchándola con arcilla de Címulo con vinagre
[5] Mus perniciem, quam intulit, suo corpore luit; nam animal ipsum oleo mersum necatur, et cum imputruit, conteritur, eaque medicamine morsus muris aranei linitur. Vel si id non adest, tumorque ostendit iniuriam dentium, cuminum conteritur, eique adicitur exiguum picis liquidae et axungiae, ut lentorem malagmatis habeat. [5] El mal hecho por la musaraña se sana con su mismo cuerpo: de hecho este animal se mata ahogàndolo en aceite y, apenas se descompone, se debe moler y con esta medicina se debe untar la mordedura de musaraña. O, si no se encuentra a la musaraña, y una hinchazón demuestra el daño hecho por los dientes, se debe moler un poco de comino, se agrega un poco de pez líquida y de manteca de cerdo, para hacer el emplasto pastoso.
[6] Id impositum pernicem commovet. Vel si antequam tumor discutiatur, in suppurationem convertitur, optimum est ignea lamina conversionem resecare, et quicquid vitiosi est, inurere, atque ita liquida pice cum oleo linire. Solet etiam ipsum animal creta figulari circumdari; quae cum siccata est, collo boum suspenditur. Ea res innoxium pecus a morsu muris aranei praebet. [6] Poniendo esta mezcla en la mordedura, esta se sana. O aún, si, antes de ser curada, la hinchazón supura, la cosa mejor es incidir la lesión con una lámina candente, y quemar todas las partes putrefactas, untándolas con pez líquida con aceite. A menudo se envuelve la misma musaraña con creta de alfarero, y cuando se seca, se debe colgarla al cuello del buey. Esto hace el ganado inmune de la mordedura de la musaraña.
[7] Oculorum vitia plerumque melle sanantur. Nam sive intumuerunt, aqua mulsa triticea farina conspergitur et imponitur; sive album in oculo est, montanus sal Hispanus vel Ammoniacus vel etiam Cappadocus, minute tritus et immistus melli vitium extenuat. Facit idem trita sepiae testa, et per fistulam ter die oculo inspirata. Facit et radix, quam Graeci silphion vocant, vulgus autem nostra consuetudine laserpitium appellant. [7] Las dolencias de los ojos se curan principalmente con la miel. En hecho, cuando se hinchan, se empapa harina de trigo en agua y miel, y después se aplica en ellos; si en el ojo hay algo blanco, un poco de sal de montaña, español, o amoníaco o de Cappadocia, molido y mezclado finalmente con la miel reduce el apuro. Un jibión molido y soplado en el ojo con una caña por tres días obtiene el mismo efecto. Senta bien también la raíz que los Griegos llaman silphion, mientras que nosotros por costumbre popular la llamamos laserpitium.
[8] Huius quantocumque ponderi decima pars salis ammoniaci adicitur, eaque pariter trita oculo similiter infunduntur, vel eadem radix contusa et cum oleo lentisci inuncta vitium expurgat. Epiphoram supprimit polenta conspersa mulsa aqua, et in supercilia genasque imposita, pastinacae quoque agrestis semina, et succus armoraceae, cum melle laevigata oculorum sedant dolorem. [8] A cualquier cantidad en peso de esta hierba, se puede agregar la décima parte de sal amoniaco, y después de picarlos de la misma manera, se debe verterlos adentro del ojo según lo que describimos antes, o la misma raíz, machacada y engrasada con aceite de lentisco, elimina la dolencia. Las puches de harina de cebada empapadas en agua y miel y puestas sobre la ceja y en la cavidad de la órbita, consiguen librar el buey del lagrimeo, y también las semillas de chirivía salvaje, y el jugo del rábano, diluido con miel, calma el dolor de ojos.
[9] Sed quotiescumque mel aliusve succus remediis adhibetur, circumliniendus erit oculus pice liquida cum oleo, ne a muscis infestetur. Nam et ad dulcedinem mellis aliorumque medicamentorum non hae solae sed et apes advolant. [9] Pero cada vez que se utilizará como remedio la miel o otro zumo dulce, se tendrá que untar todo alrededor del ojo con pez líquida con aceite, de modo que no sea infestado por las moscas. De hecho seguramente el dulzor de la miel y de otras medicinas hace volar por encima no solamente las moscas, sino también las abejas.

XVIII
[1] Magnam etiam perniciem saepe affert hirudo hausta cum aqua. Ea adhaerens faucibus sanguinem ducit et incremento suo transitum cibis praecludit. Si tam difficili loco est, ut manu trahi non possit, fistulam vel arundinem inserito, et ita calidum oleum infundito; nam eo contactum animal confestim decedit. [1] A menudo también la sanguijuela, tragada con el agua, lleva un gran daño. Esta, pegándose con su boca, aspira la sangre, y hinchándose, interrumpe el tránsito del alimento. Si está pegada en un lugar donde está difícil arrancarla con las manos, se debe poner una pequeña caña o un tubo dentro de la boca, y vierterle adentro aceite caliente; de hecho en contacto con éste el animal muere inmediatamente.
[2] Potest etiam per fistulam deusti cimicis nidor immitti; qui ubi superponitur igni, fumum emittit, et conceptum nidorem fistula usque ad hirundinem perfert; isque nidor depellit haerentem. Si tamen vel stomachum vel intestinum tenet, calido aceto per cornu infuso necatur. Has medicinas quamvis bubus adhibendas praeceperim, posse tamen ex his plurima etiam maiori pecori convenire nihil dubium est. [2] Otro remedio es enviar adentro con una caña el humo de chinche quemada: de hecho este insecto, cuando se pone en el fuego, produce el humo, que se recoge con una caña y se le hace alcanzar la sanguijuela, y esto obliga el parásito a despegarse; si en cambio se pegó en el estómago o el intestino, se debe matar haciendo tragar vinagre caliente al buey, usando un cuerno como embudo. Estas medicinas, que aconsejé sobretodo para los bueyes, pueden sin embargo ser eficaces por la mayor parte sin ninguna duda también para cualquier ganado.

XIX
[1] Sed et machina fabricanda est, qua clausa, iumenta bovesque curentur, ut et tutus accessus ad pecudem medenti sit, nec in ipsa curatione quadrupes reluctando remedia respuat. Est autem talis machinae forma. Roboreis axibus compingitur solum, quod habet in longitudinem pedes novem, et in latitudinem pars prior dupondium semissem, pars posterior quattuor pedes. [1] De todos modos se debe también construir una traba en la cual se puedan curar los caballos y los bueyes, cerrándolos para adentro, de modo que quién los cure pueda acercarse al ganado quedandose abrigado, y que el cuadrúpedo durante la misma curación no pueda rechazar las medicinas. La forma de esta traba es ésta: el fondo es hecho de tablas de roble, tiene una anchura de nueve pies (2,70 m) y un largo de dos pies y medio (75 centímetros) en la parte delantera, y cuatro pies (1,20 m) en la parte trasera.
[2] Huic solo septenum pedum stipites recti ab utroque latere quaterni applicantur. Ii autem in ipsis quattuor angulis affixi sunt, omnesque transversis sex temonibus quasi vacerrae inter se ligantur, ita ut a posteriore parte, quae latior est, velut in caveam quadrupes possit induci, nec exire alia parte prohibentibus adversis axiculis. Primis autem duobus statuminibus imponitur firmum iugum, ad quod iumenta capistrantur, vel boum cornua religantur. Ubi potest etiam numella fabricari, ut inserto capite descendentibus per foramina regulis cervix catenetur. [2] A este fondo se aplican en cada lado cuatro montantes verticales de siete pies (2,10 m) de alto.Estos montantes entonces se plantan en las mismas cuatro esquinas, y todos son atados uno a otro por seis postes transversales, como una empalizada, de modo que el cuadrúpedo pueda ser hecho entrar como en una jaula por el lado trasero, que es más ancho, y no pueda salir por la otra parte, bloqueada por pequeñas tablas puestas en frente. Sobre los primeros dos montantes entonces se coloca un sólido yugo, al cual se puedan encabestrar los caballos, o se atan los bueyes por los cuernos. Aquí se puede también construir una testera, de manera que, una vez que se inserte allí la cabeza, se pueda atar el cuello a las trancas verticales, por medio de los agujeros que llevan.
[3] Ceterum corpus laqueatum et distentum temonibus obligatur, immotumque medentis arbitrio est expositum. Haec ipsa machina communis erit omnium maiorum quadrupedum. [3] El resto del cuerpo, atado y acostado, se fija a los postes transversales y se inmoviliza, en la disposición de quién lo cura. Este misma traba será utilizada comúnmente para todo el ganado de grande tamaño.

XX
[1] Quoniam de bubus satis praecepimus, opportune de tauris vaccisque dicemus. Tauros maxime membris amplissimis, moribus placidis, media aetate probandos censeo. Cetera fere omnia eadem in his observabimus, quae in bubus eligendis. Neque enim alio distat bonus taurus a castrato, nisi quod huic torva facies est, vegetior aspectus, breviora cornua, torosior cervix, et ita vasta, ut sit maxima portio corporis, venter paulo substrictior, qui magis rectus et ad ineundas feminas habilis sit. [1] Puesto que hemos dado bastantes sugerencias sobre los bueyes, es oportuno hablar sobre los toros y las vacas. Juzgo que se tengan que elegir sobretodo los toros de grandes proporciones, de índole pacífica y de mediana edad. Con respecto casi de casi todas las otras características seguiremos las mismas indicaciones dadas para la elección de los bueyes. En hecho un buen toro no difiere de un buey si no porque tiene una actitud amenazadora, un aspecto más vigoroso, cuernos más cortos, un cuello más musculoso, y tan extenso que sea la parte más ancha del cuerpo, vientre un poco más estrecho y que, siendo más recto, sea idóneo para el acoplamiento con las vacas.

XXI
[1] Vaccae quoque probantur altissimae formae longaeque, maximis uteris, frontibus latissimis, oculis nigris et patentibus, cornibus venustis et levibus et nigrantibus, pilosis auribus, compressis malis, palearibus et caudis amplissimis, ungulis modicis, et modicis cruribus. Cetera quoque fere eadem in feminis, quae et in maribus, desiderantur, et praecipue ut sint novellae, quoniam, cum excesserunt annos decem, foetibus inutiles sunt. Rursus minores bimis iniri non oportet. [1] También las vacas se aprecian si tienen una complexión muy alta y larga, con un vientre ancho, una frente muy grande, ojos negros y anchos, cuernos agraciados, ligeros y negros, oídos peludos, quijadas que encajan, papada y cola muy grandes, pezuñas ligeras y piernas no demasiado grandes. Los otros rasgos buscados en las hembras son casi los mismos buscados en los machos, y sobretodo que sean jóvenes puesto que, una vez que excedan los diez años de edad, llegan a ser inaptas para procrear. En cambio no es conveniente hacer aparear las novillas de menos de dos años.
[2] Si ante tamen conceperint, partum earum removeri placet, ac per triduum, ne laborent, ubera exprimi, postea mulctra prohiberi. [2] Si a pesar de esto se quedan de todas maneras embarazadas, será mejor quitarle el becerro, y por tres días exprimirle el ubre, de modo que no sufran, pero después no se ordeñan más.

XXII
[1] Sed et curandum est omnibus annis [in hoc] aeque in reliquis gregibus pecoris, ut delectus habeatur. Nam et enixae et vetustae quae gignere desierunt, summovendae sunt, et utique taurae, quae locum fecundarum occupant, ablegandae vel aratro domandae, quoniam laboris et operis non minus quam iuvenci, propter uteri sterilitatem, patientes sunt. [1] Pero se debe cuidar que cada año también en las otras manadas de ganado se haga una selección. En hecho se deben desechar tanto las vacas agotadas por los partos, como las más viejas, que dejaron de parir, y sobretodo las novillas estériles, que ocupan el lugar de las fértiles, deben ser desechadas o ser entrenadas para tirar el arado, ya que son resistentes a la fatiga y al trabajo en los campos no menos que los bueyes, por causa de su esterilidad.
[2] Eiusmodi armentum maritima et aprica hiberna desiderat; aestate opacissima nemorum ac montium alta magis quam plana pascua. Nam melius nemoribus herbidis et frutetis et carectis, * * * . . . quoniam siccis ac lapidosis locis durantur ungulae. Nec tam fluvios rivosque desiderat, quam lacus manu factos; quoniam et fluvialis aqua, quae fere frigidior est, partum abigit, et caelestis iucundior est. Omnes tamen externi frigoris tolerantior equino armento vacca est, ideoque facile sub dio hibernat. [2] La manada necesita invernar en lugares cerca del mar y soleados, muy sombrosos en verano por sus bosques y mejor en la alta montaña que no en pastos llanos. En hecho es mejor en bosques herbosos y arbustos y caricáceas, * * * . . . ya que las pezuñas se endurecen en terrenos áridos y guijarrosos. Y no tienen mucha necesidad de ríos y arroyos, sino de pequeños lagos, cavados de propósito; de hecho la agua de río es a menudo más fría, y provoca abortos, mientras que la agua pluvial es agradable. Las vacas son entonces mucho más tolerantes al frío externo del ganado caballar, y por esto inverna más facilmente al aire libre.

XXIII
[1] Sed laxo spatio consepta facienda sunt, ne in angustiis conceptum altera alterius elidat, et ut invalida fortioris ictus effugiat. Stabula sunt optima saxo aut glarea strata, non incommoda tamen etiam sabulosa: illa, quod imbres respuant; haec, quod celeriter exsorbeant transmittantque. Sed utraque devexa sint, ut humorem effundant; spectentque ad meridiem, ut facile siccentur, et frigidis ventis non sint obnoxia. [1] Entonces se deben hacer corrales con ancho lugar, porque en espacios estrechos una vaca podría machacar el feto de otra, y las vacas más débiles pueden escapar los ataques de las más fuertes. Los establos mejores son ésos con el suelo de piedra o de balasto, pero también de arena son aceptables: aquellos porque rechazan el agua, esto porque absorbe y deja escurrir rapidamente los líquidos. Pero ambos tipos deben tener una pendiente, de modo que los líquidos puedan correr abajo; por otra parte deben ser orientados al sur, porque se secan más facilmente, y no son expuestos a los vientos fríos.
[2] Levis autem cura pascui est. Nam ut laetior herba consurgat, fere ultimo tempore aestatis incenditur. Ea res et teneriora pabula recreat, et sentibus ustis fruticem surrecturum in altitudinem compescit. Ipsis vero corporibus affert salubritatem iuxta conseptum saxis et canalibus sal superiectus, ad quem saturae pabulo libenter recurrunt, cum pastorali signo quasi receptui canitur. [2] Los cuidados para el pasto en cambio son más fáciles. De hecho para que la hierba crezca de nuevo más lujuriante, casi en el final del verano se debe pegarle fuego. Esta práctica hace rebrotar pastos tiernos, y puesto que se quemen las zarzas, límita el crecimiento en la altura de los arbustos. La salud física del mismo ganado entonces se asegura arrojando cerca de los corrales, en las piedras y en los abrevaderos un poco de sal, a la cual las bestias, saciadas por el pasto, recurriran con placer, cuando resona el señal del vaquero casi para llamarlas en el establo.
[3] Nam id quoque semper crepusculo fieri debet, ut ad sonum buccinae pecus, si quod in silvis substiterit, septa repetere consuescat. Sic enim recognosci grex poterit, numerusque constare, si velut ex militari disciplina intra stabulorum castra manserint. Sed non eadem in tauros exercentur imperia, qui freti viribus per nemora vagantur, liberosque egressus et reditus habent, nec revocantur nisi ad coitus feminarum. [3] Esto se debe hacer siempre en el crepúsculo, de modo que al sonido de la bocina las bestias, si por la ocasión se demoraron en los bosques, se acostumbren a volver en el establo. En hecho de esta manera podremos controlar la manada y contar los ejemplares si, casi con disciplina militar, se quedarán en los establos como adentro cuarteles. Pero la misma disciplina no se puede ejercitar sobre los toros, que vagan en los bosques, orgullosos de su fuerza, y tienen salida libre y entrada libre, y no se llaman excepto para acoplarse con las hembras.

XXIV
[1] Ex his, qui quadrimis minores sunt, maioresque quam duodecim annorum, prohibentur admissura: illi, quoniam quasi puerili aetate seminandis armentis parum idonei habentur; his, quia senio sunt effeti. Mense Iulio feminae maribus plerumque permittendae, ut eo tempore conceptos proximo vere adultis iam pabulis edant. [1] Entre ellos, los que tienen menos que cuatro o más que doce años, se excluyen del acoplamiento: aquellos, estando casi en una edad infantil, se consideran escasamente idóneos para inseminar la manada; estos, siendo extenuados por su vejez. El acceso de las hembras al toro se debe permitir principalmente en el mes de julio, de modo que los becerros, si estén concebido en ese período, encontren en la primavera siguiente los pastos ya crecidos.
[2] Nam decem mensibus ventrem proferunt, neque ex imperio magistri, sed sua sponte marem patiuntur. Atque in id fere quod dixi tempus, naturalia congruunt desideria, quoniam satietate verni pabuli pecudes exhilaratae lasciviunt in venerem, quam si aut femina recusat, aut non appetit taurus, eadem rationem, qua fastidientibus equis mox praecipiemus, elicitur cupiditas odore genitalium admoto naribus. [2] En hecho ellas llevan adelante el embarazo por diez meses, y aceptan al macho no por orden del patrón, sino para su propia voluntad. Y apenas en la estación que mencioné, satisfacen su deseo natural ya que, animadas por haberse saciado con los pastos primaverales, toman placer en el sexo, pero si una hembra lo rechaza, o no aprecia el toro, con el mismo método que aconsejaremos más adelante para los caballos rechazantes, se induce el deseo acercando a sus narinas del olor de los órganos genitales.
[3] Sed et pabulum circa tempus admissurae subtrahitur feminis, ne eas steriles reddat nimia corporis obesitas; et tauris adicitur, quo fortius ineant. Unumque marem quindecim vaccis sufficere abunde est. Qui ubi iuvencam supervenit, certis signis comprehendere licet, quem sexum generaverit, quoniam, si parte dextra desiluit, marem seminasse manifestum est; si laeva, feminam. Id tamen verum esse non aliter apparet, quam si post unum coitum forda non admittit taurum; quod et ipsum raro accidit. [3] Pero alrededor del período del acoplamiento se debe quitar a las hembras una parte del forraje, para evitar que la gordura excesiva del cuerpo las haga estériles; en cambio a los toros se debe aumentar el forraje, de modo que monten con más energía. Un toro es más que bastante para quince vacas. Cuando el toro monta la novilla, por ciertos signos es posible comprender el sexo del becerro que fue generado, puesto que, si después de la cubrición él baja del lado derecho, significa que generaró a un varón; si baja de la izquierda, generaró a una hembra. Pero esto se demostra verdadero solamente en caso de que la vaca después de la primera cubrición no acepte más el toro, pero ésto sucede muy raramente
[4] Nam quamvis plena foetu non expletur libidine. Adeo ultra naturae terminos etiam in pecudibus plurimum pollent blandae voluptatis illecebrae! Sed non dubium est, ubi pabuli sit laetitia, posse omnibus annis partum educari; at ubi penuria est, alternis submitti; quod maxime in operariis vaccis fieri placet, ut et vituli annui temporis spatio lacte satientur, nec forda simul operis et uteri gravetur onere. Quae cum partum edidit, nisi cibis fulta est, quamvis bona nutrix, labore fatigata nato subtrahit alimentum. [4] En hecho aunque la vaca lleva el feto, ella no agota su deseo. ¡A tal grado también en el ganado influyen sumamente los atractivos de la dulce lujuria, también más allá de los límites de la naturaleza! Pero no hay duda que, donde hay abundancia de alimento, se pueden criar haciendolas parir cada año; donde en cambio hay carencia de alimento, se hacen parir en años alternos. Es mejor hacerlo sobretodo para las vacas que trabajan, de modo que los becerros se puedan saciar con la leche por un año, de modo que la vaca no sea cargada en el mismo tiempo por el peso del trabajo y por el embarazo. Cuando estas vacas paren, si el alimento no la apoya, también siendo una buena madre, cansada por el trabajo, sustrae alimento al becerro
[5] Itaque et foetae cytisus viridis et torrefactum ordeum, maceratumque ervum praebetur, et tener vitulus torrido molitoque milio, et permixto cum lacte salivatur. Melius etiam in hos usus Altinae vaccae parantur, quos eius regionis incolae Cevas appellant. Eae sunt humilis staturae, lactis abundantes, propter quod remotis earum foetibus, generosum pecus alienis educatur uberibus; vel si hoc praesidium non adest, faba fresa, et vinum recte tolerat, idque praecipue in magnis gregibus fieri oportet. [5] Por lo tanto, una vez que las vacas hayan parido, se alimentan con codeso verde y cebada tostada y arveja molida, y a los becerros más jovenes se proporciona mijo molido y tostado, mezclado con leche. Pero para este uso es también mejor comprar vacas de Altino, que los habitantes de la región llaman cevae. Tienen una estatura baja y son grandes productoras de leche, y por lo tanto, después de separarlas de sus becerros, el ganado de buena raza es alimentado por ubres de origen extranjero; o si esta ayuda no está disponible, también aceptan bien habas molidas y vino, y esto se debe hacer principalmente en las manadas más grandes.

XXV
[1] Solent autem vitulis nocere lumbrici, qui fere nascuntur cruditatibus. Itaque moderandum est, ut bene concoquant; aut si iam tali vitio laborant, lupini semicrudi conteruntur, et offae salivati more faucibus ingeruntur. Potest etiam cum arida fico et ervo conteri herba Santonica, et formata in offam, sicut salivatum demitti. Facit idem axungiae pars una tribus partibus hyssopi permista. Marrubii quoque succus et porri valet eiusmodi necari animalia. [1] Generalmente entonces los becerros sufren de lombrices, que derivan a menudo de alimentos indigestos. Por lo tanto debe ser hecho de modo que digieran bien; o, si sufren ya de esta dolencia, se deben moler unos altramuces semicrudos, y bocados de esto se ponen en la garganta como salival. Es también posible moler la hierba santónica con un higo seco y arveja, y hacendo pequeños bocados, se le hacen tragar como salival. Senta también bien una parte de manteca del puerco mezclada con tres partes de hisopo. Para matar a estos parásitos senta también bien el jugo de marrubio y de puerro

XXVI
[1] Castrare vitulos Mago censet, dum adhuc teneri sunt; neque id ferro facere, sed fissa ferula comprimere testiculos et paulatim confringere. Idque optimum genus castrationum putat, quod adhibetur aetati tenere sine vulnere. [1] Mago piensa que el becerro se debe castrar hasta que es pequeño; y esto no se debe hacer con un hierro, sino los testículos se deben comprimir con una caña hendida, machacándolos poco por poco. Él juzga también que ésta es la manera mejor de castrar, porque puede ser utilizada también en tierna edad sin lastimarlos.
[2] Nam ubi iam induruit, melius bimus quam anniculus castratur. Idque facere vere vel autumno luna decrescente praecipit, vitulumque ad machinam deligare; deinde prius quam ferrum admoveas, duabus angustis ligneis regulis veluti forcipibus apprehendere testium nervos, quos Graeci krematheras ab eo appellant, quod ex illis genitalis partes dependent. Comprehensos deinde testes ferro reserare, et expressos ita recidere, ut extrema pars eorum adhaerens praedictis nervis relinquatur. [2] Pues si el becerro ya se endureció, es mejor castrarlo a la edad de dos años más bien que un año. Él aconseja hacerlo en primavera o en otoño con la luna menguante, atando el becerro a una traba; entonces, antes de aplicar el hierro, con dos estrechas barras de madera, usadas como tenazas, él aconseja agarrar los ligamentos de los testículos, que los Griegos llaman krematheras, por el hecho que los órganos genitales cuelgan de ellos. Entonces después de agarrar los testículos, se deben tirar afuera con el hierro y, exponéndolos de esta manera, se deben cortar, cuidando que en sus extremos se queden pegados los legamentos antedichos.
[3] Nam hoc modo nec eruptione sanguinis periclitatur iuvencus, nec in totum effeminatur adempta omni virilitate; formamque servat maris cum generandi vim deposuit; quam tamen ipsam non protinus amittit. Nam si patiaris eum a recenti curatione feminam inire, constat ex eo posse generari. Sed minime id permittendum, ne profluvio sanguinis intereat. Verum vulnera eius sarmenticio cinere cum argenti spuma linenda sunt, abstinendusque eo die ab humore, et exiguo cibo alendus. [3] Y por lo tanto de esta manera los bueyes no son puestos en peligro por la pérdida de sangre, y ni es debilitado por la pérdida de toda su virilidad, y además mantiene el aspecto de un macho aunque haya perdido la energía de fertilizar, pero esta facultad no se pierde inmediatamente. De hecho si se permite que él monte cuando la castración es reciente, es bien sabido que él puede generar. Pero esto no se debe permitir de ninguna manera, para evitar que el animal muera por la pérdida de sangre. En lugar se debe frotar la herida con ceniza de sarmientos con litargirio, no dándole líquidos en el día de la castración y dándole escaso alimento que comer.
[4] Sequenti triduo velut aeger cacuminibus arborum et desecto viridi pabulo oblectandus, prohibendusque multa potione. Placet etiam pice liquida et cinere cum exiguo oleo ulcera ipsa post triduum linere, quo et celerius cicatricem ducant, nec a muscis infestentur. Hactenus de bubus dixisse abunde est. [4] En los tres días siguientes, como si fuera enfermo, se debe confortar con brotes de árboles y hierba blanda picada, y se debe impedirle beber demasiado. Es también oportuno untar después de tres días la herida con pez líquida y ceniza con poco aceite, que hagan formar más rápidamente la cicatriz, y previengan que la herida sea infestada por las moscas. A este punto hemos dicho bastante sobre el ganado.
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página creada el: 1ro febrero 2008 y puesta al día el: 15 agosto 2010