historia de la bicicleta

Prehistoria
Parece establecido que antes de la aparición del hombre sobre la tierra no existieran bicicletas, según lo demostrado por la presencia en aquella época de los dinosaurios: de hecho, puesto que la extinción de los grandes reptiles se debió principalmente a los atropellos por parte de bicicletas, es evidente que la presencia de aquéllos excluye la presencia de éstas. Parece en cambio que los primeros homínidos conocieran la bicicleta, aunque cayeran víctimas de frecuentes caídas por su manía de tocar el timbre con los pies. Parece también que la típica prominencia del torus supraorbitario del hombre de Neandertal había un origen traumático, y se debía a los frecuentes impactos causados por las caídas de la bicicleta cara delante.

Edad Antigua
Algunos atribuyen a los Sumerios la invención de la rueda, pero según recientes investigaciones la invención de la bicicleta habría ocurrido antes, y la rueda habría sido inventada más tarde, como accesorio del velocípedo, para mejorar su rendimiento y su comodidad. Parece que el uso más frecuente del vehículo en el mundo babilonio fuera de propiciar la llegada de la lluvia, organizando en domingo excursiones de cicloturistas.
La peligrosidad de la circulación en bicicleta en el mundo antiguo es atestiguada por el gran número de cascos encontrados, muchos de los cuales estaban dañados, mientras que los objetos comúnmente identificados como escudos eran en realidad rudimentarios parabrisas, escasamente funcionales no siendo transparentes.
Los primeros modelos de bicicleta tenían probablemente dos asientos, y los dos pasajeros pedaleaban en direcciones opuestas; sucessivamente en la edad romana se habría resuelto dirigir a los dos pasajeros en el mismo sentido, con la invención del tándem (cuyo nombre significa: "al fin"), tan amado por Cicerón, que en una oración describió la paciencia necesaria para reponer en su lugar la cadena (en latín "catilina") cuando salta de los piñones ("Quousque tandem abutere, Catilina, patientia nostra?").

Edad Media
Según la tradición Leonardo da Vinci dejó un dibujo que representaba una bicicleta, aun si es conveniente desmontar esta leyenda: en realidad Leonardo inventó la motocicleta, pero tuvo que renunciar a usarla por la imposibilidad de encontrar gasolineras abiertas en el Ducado de Milán, en donde vivía. Esta dificultad lo indujo a quitar el motor para substituirlo con un sistema de propulsión a pedales. Parece que el genio de Vinci también inventó la técnica de poner el pie izquierdo en el pedal izquierdo y el pie derecho en el pedal derecho, en vez del contrario, y esto mejoró mucho la eficiencia del pedaleo y el confort del ciclista.
También debemos a Leonardo la invención del primer sistema de alumbrado para bicicleta, constituido por pequeñas chimeneas ardientes, instaladas en los guardabarros, que sin embargo daban algunos problemas de seguridad (las bicicletas estaban hechas de madera), y también problemas de alimentación, sobre todo en días lluviosos o ventosos.
En el siglo XVI el emperador Carlos V, aficionado del ciclismo, pero cansado por las largas y pesadas escaladas en los Alpes holandeses, dio órdenes de nivelarlas para obtener una inmensa llanura, actualmente conocida con el nombre de Países Bajos.
Un importante perfeccionamiento técnico fue la invención del sillín, útil sobre todo para los correos en bicicleta, que estaban acostumbrados a saltar en bicicleta y salir disparados. Al principio se utilizaron sillas de montar para caballos, proveídas de estribos, que hacían difícil el pedaleo, y además los primeros ciclistas se proveían de espuelas, que utilizaban para espolear la bicicleta en las subidas, causando frecuentes pinchazos. Más tarde se vio una progresiva reducción de tamaño de las sillas, hasta que alcanzaron el tamaño actual, que desaconseja nuevamente el hábito de saltar en la bicicleta de una manera excesivamente brusca.

Edad Moderna
Muchos grandes científicos y filósofos contribuyeron a la mejora de la bicicleta: entre ellos Gottfried Wilhelm von Leibniz, que inventó el primer dispositivo antirrobo, muy eficaz, pero no particularmente práctico, puesto que pesaba 43 kilogramos y había sido construido junto con la bicicleta misma; el mismo científico inventó el primer sistema de frenos, constituido por una ancla de plomo pesando cerca de 60 kilogramos
Benjamin Franklin inventó el pararrayos como accesorio de la bicicleta, juzgandolo útil para proporcionar la energía eléctrica para las luces, pero después de los primeros accidentes mortales ocurridos a los pilotos de pruebas, prefirió concebir el pararrayos como invención autónoma. También Søren Kierkegaard era un aficionado del ciclismo y escribió su obra "O lo uno o lo otro" presionado por la indecisión entre la compra de una bicicleta doméstica o de una bicicleta de montaña.

El físico francés Sadi Carnot inventó un tipo particular de bicicleta (el ciclo de Carnot) que funcionaba con el auxilio de un gas (gas perfecto), producido por el ciclista mismo, después del consumo de legumbres. También Joseph-Ignace Guillotin diseñó un modelo de bicicleta, el celerífero, falto de frenos y dirección, que en realidad no era un medio de transporte, sino un instrumento para infligir la pena de muerte, como alternativa a la guillotina, cuando se utilizaba en carreteras en bajada con revueltas.
En 1899 Leopold von Sacher-Masoch inventó un simple modelo de cambio con desviador, llevando pocos dientes en los platos y muchos dientes en los piñones, permitiendo hacer el pedaleo mucho más pesado, con una velocidad mucho más baja. Sacher-Masoch también reanudó el antiguo modelo de bicicleta sin sillín. Más tarde se perfeccionó el cambio con desviador, proyectando el tipo actualmente empleado, que hizo el pedaleo más eficiente, mas que no le gustó a Sacher-Masoch.
En el vigésimo-siglo se destaca el personaje del bioquímico Hans Adolf Krebs, que estudió el proceso de la respiración celular, esencial para el esfuerzo físico necesario para pedalear, y por eso nombrado "ciclo de Krebs".
En el futuro la bicicleta será seguramente el centro de muchas importantes innovaciones tecnológicas, como el aire acondicionado, la carrocería cabriolet, los limpiaparabrisas, el cierre centralizado de las puertas y el arbre magique, para demostrar la secular acción de estímulo del velocípedo sobre la tecnología.

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página creada el: 29 diciembre 2011 y puesta al día el: 4 enero 2012